Vida Sana
Cuando alguien fallece, quedan pendientes muchos asuntos relacionados con su vida de los que hay que encargarse. Hay que planificar su funeral, cerrar sus cuentas bancarias, buscar otro hogar para sus mascotas y pagar sus últimas cuentas.
Si el fallecido es un ser querido, es posible que tengas que encargarte de esos detalles personales y legales. Es una tarea estresante y burocrática que puede llevar un año o más, y cuando todavía te encuentras de duelo.
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La cantidad de documentos puede sorprender a los familiares. “Es una responsabilidad enorme”, recalca Bill Harbison, abogado especializado en fideicomisos y planificación patrimonial en Nashville, Tennessee. “Hay que encargarse de muchos detalles”.
No puedes hacerlo todo solo. Poner en orden los asuntos de un familiar fallecido no es trabajo para una sola persona. Vas a necesitar ayuda de profesionales, como abogados y contadores públicos certificados (CPA), quienes pueden aconsejarte sobre los asuntos financieros, y de una red de amigos y familiares a quienes puedas delegar tareas o que puedan darte apoyo emocional. Puedes asumir el liderazgo para planificar el funeral y luego dejar que el albacea se encargue de los detalles financieros. O quizás tú seas el albacea, lo que significa que supervisarás el proceso de disponer del patrimonio y te llevará meses o quizás años tramitar los documentos.
Para conseguir la ayuda adecuada, vas a necesitar una lista de todas las tareas que deben realizarse (ver más abajo). Entre estas, escribir notas de agradecimiento por flores enviadas al funeral, tramitar el juicio sucesorio del testamento y mucho más.
Qué hacer inmediatamente después de la muerte
Obtén una declaración legal de fallecimiento
Si murió un ser querido de la familia en un hospital u hogar de ancianos donde estaba presente un médico, el personal se encargará de esto. Una declaración oficial de fallecimiento es el primer paso para obtener un acta de defunción, que es un documento esencial. Pero si tu ser querido murió en su hogar, en particular si fue de manera inesperada, necesitarás que un profesional médico lo declare muerto. Para esto, después de que fallezca llama al 911 y pide que lo transporten a una sala de emergencias donde pueda declararse su muerte, de donde después lo llevarán a una funeraria. Si tu familiar murió en su hogar con cuidados para pacientes terminales, un enfermero de pacientes terminales puede declararlo muerto. Sin una declaración de fallecimiento, no puedes planificar el funeral ni muchos menos encargarte de los asuntos legales del difunto.
Avisa a los amigos y los parientes
Envía un mensaje de texto en grupo o un correo electrónico a todos, o llama por teléfono individualmente para comunicar a cada uno que ha fallecido tu ser querido. Para encontrar a todas las personas que deberían ser informadas, consulta la lista de los contactos de correo electrónico y de los números de teléfono del fallecido. Informa a los compañeros de trabajo y a los integrantes de los grupos sociales o comunidades religiosas a los que pertenecía esa persona. Pide a quienes reciban el mensaje que compartan la información y avisen a otros que tengan conexiones con el difunto. Publica información sobre el fallecimiento en las redes sociales, tanto en tu cuenta como en las cuentas de la persona fallecida, si tienes acceso.
Averigua si existen planes para el funeral y el entierro
“Lo ideal es que hayas tenido la oportunidad de conversar con tu ser querido sobre lo que deseaba para su funeral y su entierro”, escribe Sally Balch Hurme, abogada especializada en derecho de adultos mayores y autora de Checklist for Family Survivors. Si no fue así, aconseja que busques una carta de instrucciones entre los documentos del fallecido o hagas una reunión familiar para empezar a hablar sobre cómo será el funeral. Si la persona no dejó instrucciones, esto es esencial. Deberían hablar sobre lo que la persona hubiera querido para su funeral, lo que pueden pagar y lo que desea la familia.
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