Otras personas que se autoproclaman clarividentes tratan de obtener clientes a través de líneas de ayuda telefónicas, tal como lo hizo la famosa psíquica de la televisión Miss Cleo a finales de los años 90 y principios de la década del 2000. Se acusó (en inglés) a dos empresas que promocionaban sus servicios de comercializar de manera engañosa las lecturas pagadas como servicios gratuitos.

Algunos supuestos psíquicos hacen citas para consultas, cobran el pago, y luego rompen el contacto con el cliente antes de prestar los servicios. (Esta estafa es particularmente frecuente en las redes sociales, informa el Better Business Bureau). Los que proceden con la consulta quizás te pregunten qué te preocupa y te ofrezcan una solución, o tal vez te digan que presienten un problema particular en tu vida y prometen solucionarlo por una tarifa que puede ascender a miles de dólares.

Incluso, tal vez cobren múltiples tarifas: un sello distintivo de las estafas más elaboradas de los psíquicos es la insinuación de que el trabajo del psíquico nunca termina. Por ejemplo, después de una lectura psíquica, un estafador quizás te diga que necesitas ayuda para eliminar la negatividad (en inglés). Una vez concluido el asunto, el vidente sugiere otro costoso servicio o ritual que es preciso realizar si quieres lograr la felicidad. El estafador puede utilizar tácticas agresivas o recurrir a amenazas sobre futuras consecuencias si no sigues pagando por los servicios.

Señales de advertencia

• Un psíquico garantiza resultados sobre los que no tiene control, como la buena salud, una ganancia económica inesperada o un nuevo romance.
• El psíquico descubre continuamente nuevos problemas contigo o con tu vida, con los que promete ayudarte por una tarifa.
• El psíquico dice que les sucederá algo malo a ti o a tus seres queridos si no pagas por su ayuda.