Skip to content
 

Historia de un trabajador mayor en búsqueda de empleo

La experiencia de un hombre cuya perseverancia lo ayudó a obtener un trabajo.

La siguiente publicación es de un socio de AARP que quiso compartir su experiencia en la búsqueda de empleo. Solicitó que su identidad se conservara anónima lo mismo que la de su empleador actual y anterior.

Grupo de diferente etnicidad y edad esperando una entrevista de trabajo.

Istock

La búsqueda de trabajo para personas mayores tiene más retos que para trabajadores jóvenes.

In English | Envié cien solicitudes de empleo. Registré cuarenta y dos entrevistas telefónicas.  Realicé dieciocho entrevistas de trabajo en persona.

Y, por último, después de siete meses y medio, me ofrecieron y acepté un trabajo.

Mi recorrido comenzó el pasado mes de marzo, cuando me despidieron sin contemplaciones de mi cargo como gerente de ingeniería de software después de 22 años de trabajo. No fue una sorpresa total. La compañía venía reduciéndose en vez de crecer.  Me las había ingeniado para esquivar el despido durante los últimos cinco años.

Esta vez me tocó a mí, y a los 62 años quedé desempleado de manera involuntaria por primera vez en mi vida. Respiré a fondo y de inmediato me puse a buscar empleo. Dejé a un lado los pensamientos relacionados con la graduación de mi hija quien estaba por terminar la universidad, las vacaciones de tres semanas durante el verano que ya había reservado y pagado y una bicicleta nueva para reemplazar mi vieja bicicleta de carretera.

En vez de ello, me dediqué a hacer ajustes a mi currículo, a programar entrevistas de trabajo y a recopilar referencias. Sin duda, sería un recorrido cuesta arriba. La ley federal protege a las personas mayores contra la discriminación por edad en la contratación. Sin embargo, la discriminación por parte de gerentes de contratación es frecuente, tal como lo demuestran los estudios realizados por AARP (en inglés) y otras entidades (en inglés), y como lo han afirmado varios colegas. Y aunque no puedo demostrar que yo experimenté discriminación por edad directamente, siento que podría haber tenido más entrevistas de segunda ronda y ofertas de empleo si luciera 20 años más joven.

Por suerte, estaba bien posicionado para sortear incluso una búsqueda de trabajo extendida. Tenía más de seis meses de indemnización por despido. Mi seguro de salud estaba cubierto a través del empleador de mi esposa. La hipoteca estaba pagada y también lo estaba la matrícula de mi hija.

Trabajaba ocho horas al día en la búsqueda de empleo, a partir de las 5 de la mañana. Aunque estaba ansioso por empezar a enviar solicitudes de empleo por correo electrónico, primero tenía que hacer ciertas tareas preparativas: un programa de transición profesional que me ofrecieron como parte de mi paquete de indemnización.

El programa, a veces denominado servicio de colocación, fue el beneficio más valioso que mi antiguo empleador me ofreciera.  El servicio estaba a cargo de Right Management (en inglés), una filial de ManpowerGroup, y me ofrecieron un seminario en línea que cubría  estrategias para la búsqueda de empleo incluyendo cómo venderte profesionalmente, cómo establecer redes y cómo llevar a cabo las entrevistas. El seminario en línea ofrecía material de referencia valioso para descargar. De particular interés para mí fue Making the Most of Maturity in Your Search (Cómo sacar el máximo provecho a su madurez en la búsqueda de empleo).

Right Management también realizó un taller para la elaboración del currículo. Aprendí a preparar mi currículo de manera que no representara ninguna edad al eliminar experiencias laborales anteriores a 15 años (por lo general, esos empleos no son pertinentes para el cargo que estás solicitando), omitir fechas de graduación de la universidad (que pueden identificar al instante tu edad) y transmitir energía a través de verbos de acción como completé, dirigí y simplifiqué (la guía del taller incluía otros 150).

Con una nueva perspectiva respecto al mercado laboral y un nuevo currículo en mano, volví a activar mi red profesional. Según Right Management, el 90% de las empresas utiliza LinkedIn para reclutar. También dijeron que las probabilidades de conseguir una entrevista al responder a avisos en línea o anuncios en los periódicos son muy bajas. Puedo dar fe de ello por experiencia personal. Durante una entrevista telefónica con un reclutador de un banco Fortune 200, le pregunté cuántos solicitantes se habían postulado para el cargo, en este caso, de gerente técnico. Me respondió con indiferencia, "147".

LinkedIn se convirtió en un elemento permanente en la pantalla de mi computadora.  Por ejemplo, si yo veía un puesto de software anunciado por Acme Corp., buscaba en mi red de LinkedIn a personas que fueran empleadas de Acme o que estuvieran conectadas con personas que trabajan allí. En la mayoría de los casos, las conexiones eran de segundo o tercer grado, conocidos de mis conocidos.

Las conexiones secundarias no endosarían mis habilidades, ya que no me conocen. Pero aun así me servían para que me presentaran con mensajes como: "Un amigo en quien confío recomendó a Shelby. Confío en que puede convertirse rápidamente en un valioso colaborador para Acme. Currículo adjunto". Esto me ayudó a conseguir entrevistas.

Finalmente acepté un cargo de gerente de proyecto como contratista temporal con opción de contrato fijo. El trabajo fue el resultado de una presentación directa a través de una de mis conexiones primarias de LinkedIn. Espero que dentro de poco me contraten como empleado permanente.

Al final, los pasos que me llevaron al éxito en mi búsqueda de empleo fueron:

  • Persistencia y compromiso para convertir la búsqueda de empleo en una dedicación de tiempo completo.
  • Establecer redes estratégicas (a través de los medios sociales pero también contactando a conocidos, antiguos colegas y hasta vecinos).
  • Sacar provecho a los servicios de colocación y a los programas de transición profesional.
  • Controlar mi ego que anteriormente en mi carrera me habría impedido considerar un trabajo temporal o por contrato.