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Luisiana amenaza con desalojar a residentes de hogares de ancianos

El Departamento de Salud envía cartas de advertencia sobre posibles recortes en el programa Medicaid.

Enfermera lleva un paciente en silla de ruedas

GETTY IMAGES

Los beneficiarios de Medicaid en Luisiana podrían perder beneficios esenciales.

In English | Más de 37,000 beneficiarios de Medicaid en Luisiana podrían perder el acceso a algunos de sus beneficios el 1.° de julio si el estado vota para no participar en cuatro partes clave del programa. Lo que se podría eliminar son habitaciones en hogares de ancianos, asistencia para atención de salud en el hogar y servicios comunitarios para algunos de los residentes más vulnerables del estado.

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El Departamento de Salud de Luisiana empezó a enviar avisos para advertir a los adultos mayores y a las personas con discapacidades de desarrollo que son beneficiarios de Medicaid que podrían suspenderse sus servicios de salud. Perderían estos beneficios debido a los recortes presupuestarios que aprobó la Cámara de Representantes estatal en abril, que eliminaron cuatro programas de Medicaid para cubrir un déficit de $550 millones en el presupuesto general. La colaboración federal-estatal de Medicaid define estos programas como opcionales. Esto significa que, con la aprobación del Gobierno federal, un estado puede eliminarlos y continuar siendo un proveedor de Medicaid.

Entre estos servicios, el programa de mayor tamaño es el Long-term Care Special Income Level Program (programa de nivel especial de ingresos para cuidados a largo plazo). Este programa proporciona la cobertura de Medicaid a personas de bajos ingresos que son discapacitadas, ciegas o de mayor edad, quienes debido a sus necesidades médicas y sus ingresos bajos resultan elegibles para recibir cuidados en instituciones. Este programa cubre los servicios de salud de aproximadamente el 80% de los residentes de hogares para el cuidado de adultos mayores en el estado. 

“Amenazar con desalojar a 17,000 residentes de hogares de ancianos de los lugares que llaman sus hogares, y con suspender los servicios fundamentales que ayudan a muchos otros adultos mayores y personas con discapacidades a seguir siendo independientes en sus hogares y comunidades, no es la manera de negociar un presupuesto estatal”, dijo Denise Bottcher, directora estatal de AARP Luisiana, en una declaración publicada ayer.

Para que los recortes en Medicaid entren en vigor, el Senado estatal tendría que aprobar el proyecto de ley y el Gobierno federal tendría que aprobar la eliminación de los programas. El Senado estatal estaba deliberando sobre el presupuesto cuando se publicó este artículo. El Departamento de Salud de Luisiana decidió enviar temprano los avisos a fin de darles tiempo para prepararse a las personas y a las familias. Casi 1.6 millones de personas en el estado reciben algún tipo de beneficio de Medicaid.

El Departamento de Salud de Luisiana advirtió que forzar a tantas personas a salirse del programa Medicaid provocaría una reacción en cadena, y que las agencias de cuidados informales y las salas de emergencia de hospitales “podrían verse inundadas con pacientes que no tienen otro lugar a donde ir.

Alertamos a las agencias de servicios sociales, los profesionales de la salud, los defensores de los derechos de los adultos mayores y las personas con discapacidades, las organizaciones religiosas y otras organizaciones comunitarias y de servicios humanos sobre lo que pueden esperar. Sabemos que no hay suficiente capacidad para abordar esta situación de manera eficaz y compasiva”, dijo Rebekah Gee, secretaria del Departamento de Salud de Luisiana.