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Los 10 principales errores sobre Medicare

Los errores comunes pueden resultar costosos; te enseñamos cómo evitarlos.

Botellas de medicamentos rodeando recetas médicas

Getty

Asegúrate de inscribirte a tiempo en la Parte D para evitar pagar primas más altas por la cobertura para medicamentos recetados.

In EnglishMedicare es territorio inexplorado para la mayoría de las 10,000 personas que ingresan al programa diariamente. No es precisamente un campo minado, pero acechando en la maleza hay escollos y trampas que pueden resultar costosos, a no ser que las personas se cuiden de evitarlo.

“Evitar los errores más comunes relacionados con Medicare puede marcar la diferencia entre disponer o no disponer de buena seguridad económica y para el cuidado de la salud”, dice Joe Baker, presidente del Centro de Derechos de Medicare, un grupo nacional de defensa del consumidor. Los representantes del centro reciben quejas todo el tiempo de personas mayores que han tenido que permanecer sin cobertura por muchos meses o pagar primas más altas por el resto de su vida, simplemente porque no conocían las reglas de inscripción.

“Estamos haciendo una campaña para que el Gobierno federal envíe una carta a todos durante su 64.º año que incluya lo que necesitan saber y a quién pueden llamar para que conteste sus preguntas”, agrega Baker. Sin embargo, en este momento, al no contar con esa información, los siguientes son los 10 principales errores sobre Medicare que se deben tener presentes.

1. Asumir que no reúnes los requisitos si no has trabajado el tiempo suficiente

Obtener 40 créditos al pagar el impuesto sobre la nómina en tu empleo —alrededor de 10 años de trabajo— te garantiza que no tendrás que abonar primas por los servicios de la Parte A (principalmente, seguro hospitalario) cuando te inscribas en Medicare. Pero no necesitas créditos de trabajo para poder acceder a la Parte B (servicios de médicos, atención ambulatoria, equipamiento médico) ni a la Parte D (medicamentos recetados), siempre y cuando tengas 65 años o más y seas ciudadano estadounidense o residente legal con un mínimo de 5 años de residencia en Estados Unidos. También podrías resultar elegible para recibir los beneficios de la Parte A a partir de los antecedentes laborales de tu cónyuge, o puedes pagar las primas correspondientes para recibirlos. Si esperas a inscribirte hasta que hayas ganado 40 créditos, podrías terminar pagando penalidades permanentes por inscripción tardía.

2. No inscribirte en la Parte B cuando deberías haberlo hecho

Inscribirte en el momento oportuno para ti es fundamental. Si no lo haces, corres el riesgo de ser penalizado por demorar tu inscripción, a través de recargos permanentes sobre las primas y demoras de varios meses antes de que entre en vigor la cobertura. Si tienes más de 65 años y posees cobertura de salud provista por un empleador para el que tú o tu cónyuge trabajan actualmente, y el empleador tiene 20 o más empleados, puedes demorar la inscripción en la Parte B sin penalidades hasta que la relación laboral haya concluido. En caso contrario, necesitas inscribirte durante tu período de inscripción inicial de siete meses, el cual incluye el mes en que cumplas 65 años, los tres meses previos y los tres posteriores.

3. Creer que no necesitas la Parte B de Medicare si tienes cobertura de salud para jubilados o COBRA

La Parte B es opcional, por lo cual no estás obligado a inscribirte. Pero deberías verificar cuidadosamente con tu plan jubilatorio para ver cómo encaja con Medicare. En muchos de esos planes, Medicare se convierte automáticamente en la cobertura primaria, y el plan solo paga por algunos servicios que Medicare no cubre. Así que si no te inscribes en la Parte B cuando debes hacerlo, básicamente no tendrás cobertura.

COBRA te permite seguir participando en el plan de salud de tu empleador actual después de que termine tu empleo, por lo general por aproximadamente 18 meses. Sin embargo, cuando ya no trabajas para ese empleador, la cobertura COBRA no te permite demorar tu inscripción en la Parte B sin correr el riesgo de ser penalizado. En esta situación, necesitas inscribirte en la Parte B antes del final de tu período de inscripción inicial a los 65 años, o (si tu empleo terminó después de ese período) a más tardar ocho meses después de que dejes de trabajar.

4. Creer que tienes que alcanzar la edad plena de jubilación antes de inscribirte

Para la mayoría de las personas, la edad plena de jubilación en la actualidad es 66 años. Esta edad aumentará poco a poco a 67 años para quienes nacieron después de 1959. Pero si deseas evitar penalidades por inscripción tardía, debes inscribirte en Medicare a los 65 años, salvo que tengas cobertura médica brindada por tu empleador actual o el de tu cónyuge. No es necesario esperar hasta que te jubiles y recibas beneficios del Seguro Social para inscribirte en Medicare.

5. No inscribirte en la Parte D porque no estás tomando ningún medicamento recetado

¿Por qué pagar las primas de la Parte D si no necesitas medicamentos? Porque no puedes predecir el futuro y no puedes estar seguro de que no vayas a contraer o desarrollar alguna inesperada enfermedad o sufrir una lesión cuyo tratamiento demande fármacos muy costosos. (Algunos medicamentos para el cáncer cuestan miles de dólares al mes). La Parte D, como todo seguro, provee cobertura cuando la necesitas, pero no permite que esperes a inscribirte hasta que la necesidad se torne urgente. Y cuando por fin te inscribas, corres el riesgo de que se añadan de manera permanente penalidades por inscripción tardía a tus primas de la Parte D. Esto sucederá a menos que tengas una cobertura “acreditable” para medicamentos recetados que provenga de otro sitio (tal como los beneficios para jubilados) y Medicare la considere al menos tan buena como la de la Parte D. Una solución (si no tienes dicha cobertura para medicamentos): elige el plan con la prima más baja, así tendrás cobertura al menor costo.

6. Malinterpretar los períodos de inscripción

Puede que hayas leído acerca del “período de inscripción abierta” y hayas interpretado que es el único momento en el que podrás inscribirte en Medicare. ¡No es cierto! En Medicare, el período de inscripción abierta (del 15 de octubre al 7 de diciembre de cada año) es solo para aquellos que ya están inscritos en el programa y desean cambiar su cobertura para el año siguiente.

Si vas a inscribirte en Medicare por primera vez, tienes tu propio período de inscripción: ya sea alrededor de tu cumpleaños número 65, o desde el momento en que cuentes con cobertura de salud provista por tu propio empleador o el empleador de tu cónyuge y hasta ocho meses después de que cese dicha cobertura.

Si se vence tu propio plazo porque estabas esperando el período de inscripción abierta, te expones a que se demore la entrada en vigor de tu cobertura y a pagar penalidades permanentes por inscripción tardía. (Diferentes períodos de inscripción rigen en algunas otras situaciones, por ejemplo, para alguien que reúne los requisitos para acceder a Medicare debido a una discapacidad o para inmigrantes legales).

7. Elegir un plan de medicamentos de la Parte D a partir del valor de su prima, de su nombre o porque tu mejor amigo lo eligió

La mejor manera de elegir un plan es hacerlo en función de los medicamentos que tomes, porque los planes de la Parte D no cubren todos los fármacos y cobran copagos muy diferentes, aun para el mismo producto.

Puedes comparar coberturas y costos para tus propios medicamentos entre diferentes planes utilizando el programa buscador de planes disponible en medicare.gov o al llamar a Medicare al 800-633-4227.

8. Demorar demasiado en contratar una póliza Medigap con todas las protecciones

El seguro complementario Medigap es una cobertura extra que puedes elegir contratar en forma particular para cubrir todos o algunos de los gastos de bolsillo que tendrás en Medicare tradicional, como deducibles y copagos. Pero para obtener la totalidad de las protecciones federales tienes que contratarlo en el momento oportuno y debes tener 65 años o más. Si contratas una póliza Medigap dentro de los seis meses de haberte inscrito en la Parte B, o en algunas circunstancias específicas, los aseguradores de Medigap no podrán negarse a brindarte cobertura ni cobrarte primas más altas sobre la base de tu estado de salud actual o enfermedades preexistentes; fuera de esos períodos, podrán hacer ambas cosas. (Las personas menores de 65 años no reciben la protección de este “paraguas” federal, aunque algunos estados proveen protecciones similares).

La ventana de seis meses con la que cuentas después de haberte inscrito en la Parte B es una oportunidad única. Si te inscribes en la Parte B cuando tengas 65 años pero sigues teniendo seguro provisto por tu empleador actual o el de tu cónyuge más allá del plazo límite de seis meses, no reunirás los requisitos para obtener las protecciones federales si deseas contratar Medigap cuando tú (o tu cónyuge) se jubilen. (Sin embargo, si te inscribiste en la Parte B cuando eras menor de 65 años debido a discapacidades, tendrás otra oportunidad de obtener las protecciones federales si contratas una póliza Medigap durante los seis meses posteriores a tu 65.° cumpleaños).

9. No leer tu Aviso de cambio anual (Annual Notice of Change)

Este importante documento llegará cada mes de septiembre por correo postal si estás inscrito en un plan Medicare Advantage (HMO o PPO) o un plan para medicamentos recetados de la Parte D; el mismo especifica qué cambios implementará el plan en cuanto a costos y cobertura para el año siguiente. Así podrás comparar tu plan vigente con otros planes durante el período de inscripción abierta (del 15 de octubre al 7 de diciembre) y cambiar de plan si lo deseas. No leer la notificación puede resultar en desagradables sorpresas a partir del 1.° de enero si permaneces en un plan que aumenta desorbitadamente sus cargos.

10. No darte cuenta de que podrías reunir los requisitos para recibir ayuda para reducir tus costos

Medicare implica muchos gastos —primas, deducibles, copagos— que a mucha gente les pueden resultar difíciles de afrontar. De modo que, si tu ingreso es limitado, asegúrate de verificar dos programas que, en caso de que reúnas los requisitos, podrán reducir esos costos. Si accedes a un programa de ahorros de Medicare, tu estado pagará las primas de la Parte B y tal vez otros gastos. A través del programa Extra Help (Ayuda Adicional) obtendrás cobertura para medicamentos recetados de la Parte D a bajo costo. A fin de verificar si reúnes los requisitos para alguno de los dos programas, comunícate con el programa de asistencia en seguros de salud de tu estado (SHIP), que ofrece asesoramiento gratis en cuestiones relacionadas con Medicare. Para obtener su número de teléfono sin cargo, visita shiptacenter.org (en inglés) y selecciona tu estado.

Cómo entender la sopa de letras de Medicare

La Parte A ayuda a pagar las estancias en hospitales y centros de atención especializada, los servicios de salud en el hogar y los cuidados paliativos, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones. No pagas primas mensuales por la Parte A si tú (o tu cónyuge) pagaron suficientes impuestos de Medicare sobre la nómina mientras trabajaban. De lo contrario, puedes contratar los servicios de la Parte A al pagar primas mensuales.

La Parte B ayuda a pagar los servicios de médicos (dentro y fuera del hospital) y la atención ambulatoria, como por ejemplo las pruebas de laboratorio y los exámenes preventivos. También cubre algún equipo y suministros médicos, como sillas de ruedas y oxígeno, si se cumplen ciertas condiciones, y la mayoría de los medicamentos o vacunas administrados en consultorios médicos.  Pagas primas mensuales por la Parte B, a menos que tus ingresos sean lo suficientemente limitados como para que resultes elegible para recibir asistencia estatal. Medicare por lo general paga el 80% del costo que este seguro ha aprobado para cada servicio, y tú pagas el 20%, salvo que tengas un seguro complementario que cubra estos gastos de bolsillo.

La Parte C proporciona otra manera de obtener los servicios de Medicare por medio de Medicare Advantage, el cual es manejado por planes privados de cuidados administrados, tales como los HMO y los PPO. Estos planes deben cubrir los mismos servicios que el plan tradicional de Medicare (Partes A y B), pero pueden cobrar copagos más bajos. Los planes también pueden (a su criterio) brindar la cobertura para medicamentos recetados de la Parte D y otros beneficios adicionales, tales como servicios rutinarios de odontología, de la vista y del oído. Quizás pagues una prima mensual (además de la prima de la Parte B), aunque algunos planes no cobran sus propias primas. Los planes Medicare Advantage pueden restringir tu selección de médicos y otros proveedores, o cobrar copagos más altos si consultas a alguien que no pertenezca a su red de proveedores.

La Parte D ayuda a pagar por los medicamentos recetados que tomas en tu hogar. Tienes dos opciones para obtener esta cobertura: unirte a un plan privado e “independiente” de medicamentos de la Parte D por una prima mensual adicional (si estás inscrito en Medicare tradicional) o inscribirte en un plan Medicare Advantage que incluye la cobertura de la Parte D en su paquete de beneficios.