La salud de Gabriel García Márquez

'El cuerpo humano no está hecho para los años que uno podría vivir.'

Gabriel García Márquez, 'Del amor y otros demonios'

El pesar por el reciente fallecimiento del nobel de literatura, Gabriel García Márquez, está recién siendo asimilado por sus millones de fanáticos en decenas de países. Su vida, su obra y sus últimos días han originado muchos artículos periodísticos; en éste, trataremos de hacer un breve resumen de lo que se sabe acerca de su salud y la posible causa de su muerte.

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Poco hemos encontrado acerca de la salud del escritor durante su infancia y sus años jóvenes. Quizás el más conocido de los factores de riesgo sobre su salud haya sido el uso del cigarrillo. Contaba él mismo como al escribir su obra maestra Cien años de soledad, se encerró durante 18 meses, escribiendo 12 horas seguidas y fumando hasta seis paquetes de cigarrillos por día.

Batalló contra cáncer y padeció demencia

Pero fue en 1999, a los 52 años de edad, que Gabo fue diagnosticado con la enfermedad que originó su muerte. En esa fecha los medios de comunicación informaron que García Márquez sufría de cáncer en el sistema linfático. En un reciente artículo hemos descrito que a los linfomas se les denomina como los “cánceres del sistema linfático”, por lo que es posible que Gabo haya sido diagnosticado con un linfoma no Hodgkin, del cual nunca se supo el subtipo.

Al parecer, recibió quimioterapia, ignorándose si además recibió también radioterapia, un tratamiento que frecuentemente acompaña al primero. Sabemos que recibió quimioterapia por las declaraciones de su hermano, Jaime García Márquez, quien en julio del 2012 dijo que Gabo ya no podía escribir porque “estaba padeciendo demencia, causada por la quimioterapia que recibió durante su enfermedad”. Jaime reveló también que la “demencia había afectado a varios miembros de su familia”.

Lo cierto es que la quimioterapia sí puede afectar la función cerebral, produciendo una condición llamada “cerebro de quimioterapia”, la cual causa una cierta obnubilación de la mente y una disminución de las facultades intelectuales. Estos efectos pueden persistir durante muchos años después de haber terminado el tratamiento. Por eso, las palabras de Jaime que “la quimioterapia le salvó la vida, pero le destruyó sus neuronas”, puedan tener algo de verdad.

Fue en esa oportunidad que se especuló que el escritor padecía la enfermedad de Alzheimer. Nunca se supo si la demencia del novelista fue producida por la quimioterapia, por la enfermedad de Alzheimer o alguna otra razón.