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Dra. Diane Pérez

 

7 maneras de mantener tu piel hidratada y saludable durante el invierno

Recurre a un jabón con vaselina, pero también a una dieta rica en omega-3.

Mujer untándose un bálsamo en los labios

Blend Images/Getty Images

7 consejos que te ayudarán a mantener tu piel saludable durante el invierno.

Con el paso del tiempo, nuestra piel sufre cambios funcionales y estructurales que provocan sequedad. La deshidratación de la piel, más allá de representar un inconveniente desde el punto de vista estético pone en riesgo la principal función del órgano más extenso del cuerpo: ser una barrera protectora contra microorganismos. Así que tanto para verte bien como para sentirte saludable te comparto siete consejos que mantendrán tu piel adecuadamente hidratada este invierno:

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1. Bebe más agua

Probablemente ya lo has escuchado, para mantener la piel hidratada hay que beber agua. El contenido de agua de la piel juega un papel preponderante en la función protectora de la epidermis (la capa más superficial). Pero además, reduce la fricción entre las fibras, ejerciendo un efecto lubricante —tanto en las capas profundas como superficiales— dando un aspecto más lozano, saludable y joven al rostro. El consumo ideal en onzas de agua para una persona se puede calcular dividiendo su peso corporal en libras entre dos. Alguien que pesa 140 libras deba consumir un promedio de medio galón de agua al día (unas 70 onzas).

2. Consume aceites saludables

Las grasas presentes en pescados como el salmón, el bacalao, la sardina y el arenque, así como el aceite de linaza, son ricas en ácidos grasos omega-3 que, de acuerdo con estudios experimentales, tienen un efecto foto protector, que contribuye a prevenir el llamado “foto envejecimiento”. Así que, por este y otros beneficios, sería una buena idea consumir cotidianamente algún tipo de pescado de agua fría e incluir el aceite de linaza en nuestra alimentación.

3. Usa una crema que contenga ácido hialurónico

La principal molécula implicada en la hidratación de la piel es el ácido hialurónico que tiene una increíble capacidad para retener moléculas de agua. En los humanos el 50% del ácido hialurónico se encuentra en la piel. Uno de los cambios celulares y químicos más marcados en la piel conforme envejecemos es la desaparición del ácido hialurónico de la epidermis, a diferencia de la dermis, donde permanece intacto. Así que una recomendación con excelentes resultados para tener una piel hidratada es usar una crema que contenga ácido hialurónico.

4. No salgas a la calle sin bloqueador solar

Si, como yo, perteneces al grupo desobediente que hizo caso omiso a las múltiples recomendaciones acerca de no exponerte al sol, seguramente ves manchas y líneas de expresión en tu rostro que probablemente hubieras podido evitar. Desafortunadamente, el sol es el peor enemigo de la piel. El 80% del envejecimiento de la piel de la cara se atribuye a la radiación ultravioleta del “astro rey”. No podemos retroceder el tiempo, pero sí es nuestra obligación no permitir que el problema aumente un día más. Así que cada mañana, 15 minutos antes de abrir la puerta de tu casa, aplica un bloqueador con factor de protección solar igual o superior a 30. Si te expones directamente a los rayos del sol repite la aplicación cada dos horas. Selecciona un protector que se adapte a tu tipo de piel; los hay para pieles secas y grasas.

 5. Opta por un jabón líquido humectante

A la hora de bañarte, en lugar de usar un jabón en pastilla opta por uno líquido que contenga vaselina, uno de los humectantes más antiguos y eficaces. El vaselina es uno de los protectores de la piel ya que reduce la evaporación de la humedad. Además, es la sustancia más cercana a los lípidos intercelulares y tiene la capacidad de intercalarse en los espacios ubicados entre las células cutáneas. Si no tienes una piel extremadamente sensible, una vez por semana puede ser una buena idea usar un jabón exfoliante suave y posteriormente aplicar una crema humectante.

6. Evita el calor directo

En invierno, en la mayoría de los estados de Estados Unidos, la calefacción es imprescindible. Desafortunadamente, el calor artificial reseca el ambiente propiciando también sequedad de la piel. Evita exponerte directamente a las fuentes de calor, por ejemplo, procura sentarte lejos de la rendija de la calefacción o de la chimenea. Si en tu casa enciendes la calefacción, pon un humidificador de aire; no solo te ayudará a reducir la deshidratación de la piel, sino también contribuirá a prevenir la resequedad de las vías respiratorias.

7. Humecta tus labios

Muchas veces nos preocupamos enormemente por la piel del rostro, de las manos y hasta el resto del cuerpo, pero dejamos a un lado nuestros labios. En invierno, los labios tienden a resecarse y descamarse hasta sangrar, lo que coloquialmente conocemos como “labios partidos”. Es importante usar un labial humectante y con protector solar durante el día. Antes de dormir, cuando aplicamos la crema de noche en la cara, también hay que untarnos el bálsamo labial. Evita los productos labiales que contienen mentol, alcanfor, fenol, ácido salicílico y fragancias artificiales. Estos ingredientes parecen funcionar al principio, pero se secan rápidamente y requieren una nueva aplicación.