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Ocho factores clave sobre la cirugía de reemplazo de rodilla

¿Qué resultados tendrán estas rodillas nuevas?

In English | Lloyd Emanuel, un jugador profesional de tenis de 62 años, de Rye, Nueva York, compitió durante 50 años, y esperaba poder seguir haciéndolo. Sin embargo, hace seis años comenzó a sentir dolor en la rodilla derecha.

Radiografía de un baloncelista

Mirko Ilic

El diagnóstico: osteoartritis, un deterioro del cartílago de la articulación. Un cirujano ortopédico reparó el cartílago dañado y —a pesar de las advertencias del médico de que aminorara la actividad— Emanuel siguió jugando tenis a más no poder. Tres años más tarde, estaba de nuevo en la mesa de operaciones, preparándose para un reemplazo total de rodilla.

Cada vez más boomers están optando por cirugías de reemplazo de rodilla a más temprana edad. ¿La razón? Los boomers como Emanuel son más activos que las personas de las generaciones anteriores, y quieren correr, bailar y jugar al baloncesto —y también al tenis— con la misma intensidad con que lo hacían a los 20 años.

Anteriormente, las cirugías de reemplazo de rodilla estaban reservadas para pacientes muy mayores que estaban severamente afectados por la osteoartritis.

“Actualmente, pacientes de 40 y 50 años están comenzando a sufrir de osteoartritis en forma temprana, lo que afecta su vida cotidiana”, señala J. David Blaha, M.D., cirujano ortopédico del University of Michigan Health System (Sistema de Salud de la Universidad de Michigan).

De hecho, el número de boomers que optan por una cirugía de reemplazo de rodilla en forma temprana está aumentando a una velocidad increíble.

Según la American Academy of Orthopaedic Surgeons (Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos), el número total de reemplazos de rodilla, tanto parciales como totales, que se realizan por año subió un 30% entre el 2004 y el 2008.

En ese mismo período, se produjo un espectacular incremento del 61% de estas cirugías en hombres y mujeres de entre 45 y 64 años, y se espera que ese incremento se mantenga, e incluso que aumente, a medida que los boomers envejezcan. Blaha dice que los especialistas estiman que, de aquí a 10 años, podrían llegar a realizarse tanto como 3,2 millones de cirugías de reemplazo de rodilla anuales.

Lo que preocupa a los cirujanos ortopédicos es que, debido a que estos reemplazos de articulaciones se han realizado, por lo general, en pacientes mayores, no hay mucha información que demuestre cuál será el resultado de estos implantes en personas más jóvenes, quienes los tendrán por períodos de tiempo más largos.

“Actualmente utilizamos nuevos y mejores materiales y técnicas, así que creemos que hay una mejoría en la longevidad, aunque todavía no lo sabemos. Los plásticos nuevos han estado en uso por solo tres años”, señala Rafael J. Sierra, M.D., cirujano ortopédico de Mayo Clinic (la Clínica Mayo).

La Sociedad Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos anunció la creación del Registro de Reemplazo de Articulaciones para monitorear los resultados de los reemplazos.

Los pacientes de reemplazo de rodilla más jóvenes podrían tener que someterse a un nuevo reemplazo en apenas cinco a diez años, lo cual es una preocupación.

“Se torna más complicado con cada modificación”, señala Michael R. Baumgaertner, M.D., profesor de cirugía ortopédica de Yale University School of Medicine (la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale). “Cada vez que hay que rehacerla, hay más pérdida ósea”.

Aun así, los investigadores del Center for Hip and Knee Surgery (Centro de Cirugías de Cadera y Rodilla) de St. Francis Hospital, de Mooresville, Ind., informaron que los pacientes de reemplazo total de rodilla mostraban un “notable” uso de las rodillas 20 años después de la cirugía.

“No hay nada gratis”, sostiene Baumgaertner. “Cuando es exitoso, es un cambio impactante en tu vida, pero cuando sale mal, puede ser una catástrofe”. Cualquier cirugía de las extremidades inferiores, añade, “puede llevar a coágulos de sangre, y se producen infecciones en el 2% de los casos”.

Los síntomas de los pacientes, prosigue, “deben ser lo suficientemente severos como para que deseen aceptar estos riesgos. Creo que los pacientes tienden a ser muy buenos a la hora de decidir cuándo han llegado a ese punto”.

La mayoría de los cirujanos ortopédicos recomiendan el reemplazo de rodilla solo después de haber analizado todas las otras opciones. Estas opciones incluyen descanso, medicación para el dolor, inyecciones de cortisona, terapia física, pérdida de peso y cirugía artroscópica.

Y algunos, en su mayoría pacientes más jóvenes, pueden obtener buenos resultados con una osteotomía, una cirugía que cambia la alineación de las rodillas, de modo que la parte que soporta el peso pase del cartílago muerto a un tejido más sano.

Cuando el solo hecho de estar parado se tornó doloroso, Lloyd Emanuel supo que necesitaba un reemplazo. Está contento de haberse, finalmente, sometido a la cirugía. “No sé si volveré a rendir al 100% en la cancha, pero sí sé que mi calidad de vida está de vuelta en un 100%. El dolor punzante se fue, puedo dormir, jugar y enseñar tenis. Y estoy cada día mejor”.

Ocho factores clave acerca del reemplazo de rodilla

1. Qué es. Es una cirugía para reemplazar las superficies que soportan el peso de la articulación de la rodilla. El cirujano corta el hueso dañado, el cartílago y un ligamento, y los reemplaza con una articulación artificial hecha de una aleación de cobalto, cromo o titanio, y un componente plástico llamado polietileno. El reemplazo total de rodilla reemplaza la articulación completa; un reemplazo parcial reemplaza sólo el área dañada. Si bien el reemplazo parcial puede hacerse con una cirugía mínimamente invasiva, y tiene un tiempo de recuperación más rápido, solo del 6% al 10% de los pacientes son candidatos adecuados para esta operación. Los reemplazos parciales de rodilla funcionan mejor en los casos en que el daño está limitado a una área pequeña.

2. Para qué hacérsela. Para mejorar la movilidad y reducir el dolor causado por la artritis degenerativa o una lesión de la articulación de la rodilla. “Es similar a reemplazar la llanta gastada de un auto y volver a alinear las ruedas”, expresa el ortopédico Baumgaertner.

3. Costo aproximado. Tanto Medicare como la mayoría de los seguros privados cubren los reemplazos de rodilla. Los costos del cirujano y del hospital varían mucho, según la zona del país y las instalaciones médicas. Sin embargo, según la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ, Agencia Federal para la Investigación y Calidad de los Cuidados de la Salud), en el 2008, los hospitales cobraron un promedio de $45.783 por la estadía de un paciente de tres a cinco días, luego de un reemplazo total de rodilla. Pero los especialistas sostienen que, en realidad, son pocos los hospitales que reciben esa cifra. Medicare paga alrededor de $11.000, y algunos hospitales y compañías de seguro pueden negociar una reducción en las tarifas. Los costos de los hospitales incluyen el implante, que va desde $5.000 a $10.000, los honorarios quirúrgicos y la terapia física en el hospital. La cirugía de reemplazo parcial de rodilla cuesta alrededor de la mitad del costo de un reemplazo total.

4. Elija al cirujano y el hospital sabiamente. Un estudio del año 2004 publicado en el Journal of Bone and Joint Surgery halló que los pacientes operados por cirujanos que habían hecho más de 50 reemplazos de rodilla al año corrían menos riesgo de complicaciones que aquellos pacientes cuyos cirujanos habían hecho 12 o menos al año. Los pacientes que fueron a hospitales donde hacen más de 200 operaciones al año también obtenían mejores resultados que los que habían concurrido a hospitales que hacían 25 o menos intervenciones al año.

5. Tenga cuidado con el marketing. En el 2008, el 63% de las operaciones de reemplazo total de rodilla se hicieron en mujeres. Los especialistas sostienen que, tal vez, esto se deba a que las mujeres mayores de 50 años son más proclives que los hombres a desarrollar osteoartritis de rodilla. Aprovechando este dato, algunos fabricantes promocionan dispositivos para reemplazo de rodillas “específicos para el género” que, según dicen, están hechos a la medida de la fisiología de la mujer. Sin embargo, el doctor Sierra, de la Clínica Mayo, dice que si bien hay algunas diferencias sutiles entre la estructura del hombre y de la mujer, “en realidad, la especificidad ocurre por el tamaño, y no por el género. Su cirujano le tomará las medidas para implantarle el dispositivo del tamaño adecuado”.

6. La recuperación. Por lo general, luego de una operación de reemplazo total de rodilla, el paciente debe permanecer internado tres días en el hospital, en tanto la estadía se reduce a un día en caso de un reemplazo parcial. No se enyesa la rodilla, sino que solamente se cubre la incisión. Después de un reemplazo total, puede que necesite internarse por un corto tiempo en un centro de rehabilitación y una vez que esté en su hogar, necesitará ayuda. Si bien la recuperación es diferente para cada persona, piense que sentirá molestias por una semana. Cuando el malestar se calme, comience con la terapia física. Probablemente necesitará alrededor dos meses de terapia física, que es fundamental: si no comienza a trabajar de inmediato no podrá recuperarse ya que la rodilla se pondrá rígida. Después de un reemplazo parcial, espere necesitar de dos a cuatro semanas de terapia física.

7. Reintegro al trabajo. Los que tengan un trabajo de escritorio podrán reintegrarse a las dos semanas. Si su empleo involucra trabajo pesado, podría tardar varios meses.

8. Sea realista acerca de los resultados. “Un reemplazo de rodilla mejora la calidad de vida ya que reduce el dolor y mejora la movilidad. No está diseñada para hacerlo más joven ni permitirle realizar actividades que añadan presión a la articulación o riesgo de lesión”, señala Baumgaertner.

Beth Levine es una escritora independiente que vive es Stamford, Conn.