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Síntomas, causas y tratamientos de las cataratas, el glaucoma y la degeneración macular

A medida que los boomers envejezcan, podrían llegar a desarrollar cataratas, glaucoma o degeneración macular.

In English l Tal vez los ojos no sean una ventana al alma, como han proclamado los poetas, pero sin duda la vista es una ventana al mundo. Y sin embargo, a medida que los boomers envejezcan, millones de ellos deberán lidiar con algún tipo de enfermedad ocular. Después de los 40 años, se estima que 25 millones de personas tienen cataratas, y más de 2.5 millones, glaucoma; más de 2 millones de hombres y mujeres mayores de 50 años padecen degeneración macular relacionada con la edad.

Desafortunadamente, las enfermedades oculares a menudo nos toman por sorpresa, sin previo aviso. A continuación, le contamos lo que dicen los especialistas sobre estos tres trastornos visuales comunes —cómo afectan los ojos, quién está en riesgo y de qué tratamientos disponemos—, junto con desarrollos que ayudarán a proteger sus ojos en los años venideros.

Cataratas

Las cataratas son el precio que muchos de nosotros pagamos por envejecer. Normalmente, la luz pasa a través del cristalino del ojo hasta la retina, el área sensible a la luz ubicada en el fondo del ojo. En algún momento después de los 40 años, se pueden formar pequeñas acumulaciones de proteínas en la lente y la opacan, y la pérdida de visión no puede corregirse con anteojos ni con lentes de contacto. Esta opacidad se denomina catarata.

Tratamiento: Las cataratas no tienen cura; la cirugía es el único tratamiento efectivo. “La mayoría de las personas considera la cirugía solo cuando la reducción en su visión interfiere con actividades como la conducción, el trabajo o los pasatiempos”, afirma el Dr. Richard Braunsteinm, del North Shore-LIJ Health System de Nueva York.

La edad y los exámenes oculares

40 a 54 años: cada 2 a 4 años

55 a 64 años: cada 1 a 3 años

65 años o más: cada 1 a 2 años

Antes de la cirugía, el médico le preguntará cómo quiere ver de ese ojo. Podrá elegir una lente monofocal básica que permitirá que su ojo vea claramente de cerca o de lejos. También podrá optar por una lente premium, como la que corrige el astigmatismo, o por una lente multifocal que potencialmente restaure su visión completa sin anteojos. Tenga en mente que ni Medicare ni los seguros médicos privados pagarán el costo extra, que suele ser considerable, de estas lentes premium.

Durante la operación, el cirujano practicará una pequeña incisión en la córnea (la parte frontal del ojo), insertará un diminuto transductor ultrasónico de alta frecuencia para romper la lente opacada en finas partículas, las vaciará y luego implantará una lente artificial perfectamente transparente. A menudo, esta intervención lleva apenas 15 minutos. ¿Es dolorosa? No, le administrarán unas gotas oftálmicas anestésicas y un sedante para que se relaje.

De cara al futuro: Un nuevo procedimiento denominado cirugía de cataratas asistida por láser utiliza un sistema de láser guiado por computadora para pulsar energía y realizar algunos de los pasos que hoy se llevan a cabo con instrumentos manuales. Se están practicando estudios para evaluar la seguridad y las ventajas de esta nueva tecnología. Es probable que ni Medicare ni los seguros privados cubran parte del costo. Consulte con su médico.

Degeneración macular

La mácula, una minúscula área cercana al centro de la retina sensible a la luz, ayuda a producir la visión nítida de cerca y le permite leer letra chica, reconocer los rostros y coser un botón. El daño progresivo de la mácula aniquila la visión central, si bien la visión periférica permanece clara. Pasados los 50 años, el trastorno se denomina AMD (degeneración macular relacionada con la edad).

Una combinación de factores, incluidos los antecedentes familiares, el fumar y la luz del sol, cumplen su papel en su desarrollo, según la oftalmóloga Manju Subramanian, profesora adjunta de la Facultad de Medicina de Boston University, pero “no sabemos por qué algunas personas la desarrollan y otras no”.

Para unos ojos sanos

  • Use anteojos de sol que lo protejan contra los rayos UV
  • No fume
  • Mantenga un peso saludable
  • Controle la diabetes
  • Lleve el control de su presión sanguínea y niveles de colesterol
  • Ingiera una dieta saludable
  • Haga ejercicio (sí, en serio)

La AMD se presenta en dos formas: seca y húmeda. La forma seca suele progresar lentamente durante años. Según Subramanian, un 10 % de los casos de ADM seca progresa a húmeda, lo que sucede cuando nuevos vasos sanguíneos bajo la mácula gotean sangre y fluido. La ADM húmeda es más agresiva y puede provocar una pérdida severa de visión en cuestión de semanas o meses.

Tratamiento: El tratamiento de referencia para abordar la ADM húmeda utiliza anticuerpos para prevenir el crecimiento en el ojo de vasos sanguíneos que goteen, explica Subramanian. La terapia realmente puede mejorar la visión, es el único método que lo hace. No hay cura, pero alguien afectado de AMD moderada o avanzada —ya sea seca o húmeda— puede ingerir suplementos de altos niveles de vitaminas y minerales antioxidantes que podrían retardar su avance, según un estudio auspiciado por el National Eye Institute. Estos suplementos no benefician a las personas con AMD en su etapa temprana.

De cara al futuro: Una pequeña prueba clínica evaluó la seguridad —aunque no la eficacia— del trasplante de células madre embrionarias humanas para tratar a personas con problemas maculares. Pasados cuatro meses de la intervención, los investigadores no hallaron nada preocupante en términos de seguridad, ni signos de rechazo ni crecimiento celular anormal. Se estarán preparando ensayos de mayor envergadura para este desarrollo revolucionario.

Glaucoma

Su riesgo de desarrollar glaucoma aumenta si tiene más de 45 años; si tiene antecedentes familiares de glaucoma; si es miope o hipermétrope; si es afronorteamericano o hispano; si padece diabetes, migrañas o baja presión sanguínea.

Algunos investigadores ya no consideran el glaucoma solo una enfermedad ocular, sino más bien un trastorno neurológico asociado con las células nerviosas del cerebro que se degeneran y mueren, algo semejante a lo que ocurre en las enfermedades de Parkinson y Alzheimer. Durante muchos años, los médicos creyeron que un aumento en la presión dentro del ojo provocaba la lesión del glaucoma, por lo que el único objetivo era disminuir la presión mediante cirugía y medicación.

“Sin embargo, puede ocurrir que haya personas con presión ocular alta moderada que jamás desarrollen glaucoma, y la mayoría de las personas con glaucoma nunca han tenido una presión ocular muy alta”, afirma el Dr. Jeffrey Goldberg, profesor y director de investigaciones en el Shiley Eye Center de University of California, en San Diego. “Si bien la presión ocular es un factor de riesgo para el glaucoma y contribuye a la lesión, no nos valemos solo de la presión para llegar al diagnóstico”, explica Goldberg. “También observamos cambios característicos, como es la pérdida de visión periférica y el daño del nervio óptico”.

Si no se trata, el glaucoma puede provocar ceguera. Apenas cerca de la mitad de las personas que padecen la enfermedad están al tanto. No suele haber síntomas tempranos, porque el glaucoma progresa lentamente y afecta primero la visión periférica. “La gente tiende a no notar que está perdiendo su visión periférica hasta mucho más avanzada la enfermedad, cuando empieza a afectar su visión central”, comenta Goldberg. “Debido a que no contamos con una forma comprobada para deshacer el daño del glaucoma, solamente podemos intentar prevenir una mayor pérdida de visión”.

Tratamiento: Las gotas oftálmicas para bajar la presión son el tratamiento temprano más común. Puede recomendarse cirugía para mejorar el flujo de fluido hacia fuera del ojo y controlar la presión.

De cara al futuro: La investigación se centra en el daño a las células de la retina que conectan los ojos con el cerebro. Las medicaciones que retardan la muerte de estas células y protegen las células sanas están siendo sometidas a ensayos clínicos. Algunas se inyectan dentro del ojo, otras consisten en implantes de liberación lenta que se colocan quirúrgicamente dentro del ojo, y otras son gotas oftálmicas.

Nissa Simon escribe sobre temas científicos y de salud.