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AARP destaca las innovaciones globales en políticas relacionadas con la edad

La iniciativa detalla cómo se preparan diez naciones para un mundo que incluirá mil millones de personas de 65 años o más en el año 2030.

Hermosa vista de los canales de Amsterdam con puente y casas típicas holandesas.

VASILIS VERVERIDIS / Alamy Stock Photo

Los adultos mayores de los Países Bajos pueden atenderse en hospitales accesibles para los adultos mayores en todo el país, gracias a un sistema de acreditación especializado.

In English | Con iniciativas innovadoras como pulseras que ayudan a los adultos mayores a cruzar las intersecciones más concurridas o empresas que contratan a trabajadores mayores, los países en el mundo encuentran maneras creativas de prepararse ante desafíos —y oportunidades— de lo que significa una población mundial que llegará a los mil millones de personas de 65 años o más, según la investigación ARC (Aging Competitive and Readiness) (en inglés) 2018 de AARP. 


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Australia, Chile, Costa Rica, Líbano, Mauricio, Noruega, Nueva Zelandia, Países Bajos, Singapur y Taiwán son los países a los que examina la iniciativa ARC en el 2018. La investigación proporcionada por FP Analytics revela que estos países tienen un objetivo común: no solo tratar las necesidades de los adultos mayores, sino también valorar sus contribuciones a sus comunidades.

Nueve de los diez países, por ejemplo, cuentan con cobertura médica universal; y ocho tienen planes nacionales para manejar la demencia. En los Países Bajos, dos organizaciones de defensa de derechos y una sociedad médica nacional unieron sus fuerzas para desarrollar una acreditación "amigable con las personas mayores" para los hospitales, que evalúa las instalaciones en función de catorce medidas de calidad, como el acceso a equipo médico especializado en atención geriátrica. Los criterios de acreditación se desarrollaron en estrecha colaboración con profesionales de la salud y adultos mayores. Hoy, más de la mitad de los hospitales holandeses cuentan con la etiqueta "amigables con las personas mayores".   

AARP lanzó la iniciativa ARC el año pasado para evaluar cómo responden los países al cambio demográfico mundial de manera que ceden el poder e involucran a los adultos mayores. La investigación de este año identifica el progreso de diez naciones en cuatro áreas clave: la comunidad, la tecnología, la fuerza laboral, y el cuidado de la salud y el bienestar.

"Esta investigación destaca los tipos de políticas y otras innovaciones que tienen el potencial de involucrar a una población mayor más saludable e independiente y liberar su capacidad productiva y económica", expresa Debra Whitman, vicepresidenta ejecutiva y directora de Política Pública de AARP. "Creemos que las naciones que lo hagan tendrán éxito económica y socialmente". 

En Nueva Zelandia, el Age Concern's Accredited Visiting Service (Servicio de visitas acreditado de Age Concern) empareja a personas mayores que se beneficiarían de visitas regulares a domicilio con voluntarios certificados —a menudo también adultos mayores— para mantener conversaciones semanales. Estas visitan son beneficiosas tanto para los clientes como para los voluntarios. Su impacto es amplio: durante el año fiscal 2017, por ejemplo, los 4,500 voluntarios del programa hicieron más de 70,000 visitas en todo el país. 

El enfoque “primero las personas” también se está utilizando en programas centrados en lo tecnológico, como la iniciativa chilena RedActiva, que experimenta con el suministro de pulseras de bajo costo que utilizan RFID (identificación por radiofrecuencia) para que los adultos mayores puedan acceder a una variedad de recursos cercanos, que incluyen acceso gratuito a baños públicos, asientos preferenciales en el transporte público, tiempos de cruce más largos en las intersecciones, y descuentos y servicios especiales en las tiendas participantes.

La participación de la comunidad está en el centro del proyecto del restaurante Barn de Taiwán, que aborda las cuestiones del subempleo y el aislamiento mediante la contratación de adultos mayores a tiempo parcial para vender alimentos y artesanías regionales en un establo convertido en la ciudad de Tainan. El proyecto recibió algunos fondos iniciales del Gobierno, pero el restaurante es ahora totalmente autosuficiente desde el punto de vista financiero, y su éxito ha inspirado empresas similares en otras ciudades de Taiwán en los últimos años.