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El futuro de Medicaid depende de quienes ganen las elecciones de mitad de mandato

Los nuevos legisladores decidirán si quieren recortar o mantener los beneficios del programa.

Mujeres con carteles protestan por el bienestar de Medicaid.

Justin Sullivan/Getty Images

El futuro de Medicaid podría decidirse durante las elecciones de mitad de mandato.

In English | No es una exageración decir que la permanencia de Medicaid tal y como lo conocemos hoy quedará en manos de los funcionarios estatales y federales que elijamos en el otoño.

Durante 53 años, Medicaid ha servido como red de seguridad para millones de personas que necesitaban asistencia a medida que disminuía su capacidad para cuidar de sí mismas. En el 2010, la función de atención médica de Medicaid creció con la aprobación de la ACA (Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio), que exigía la ampliación de la cobertura médica a más familias de bajos ingresos. Hasta ahora, 33 estados y Washington D.C. han ampliado el programa. 

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Pero Medicaid, el Seguro Social y Medicare a menudo son blanco de recortes de costos en tiempos de déficits crecientes. Medicaid es particularmente vulnerable, afirma David Certner, director de Políticas Legislativas de AARP, "porque presta servicio a poblaciones como las personas mayores de bajos ingresos y las personas con discapacidades, que no tienen una voz tan fuerte". 

La mayoría de las personas piensan que Medicare es el programa de salud para los adultos mayores y las personas con discapacidades, y lo es. Pero mientras que Medicare cubre medicamentos, pruebas, visitas al médico y operaciones en hospitales, es Medicaid quien paga para ayudar a una persona mayor frágil a vestirse, bañarse y comer, ya sea en su hogar o en un centro de enfermería.

Por lo tanto, de lo que muchas personas tampoco se dan cuenta es que, cuando se pone la financiación de Medicaid en la lista de recortes, se ponen en peligro los beneficios para millones y millones de personas mayores y con discapacidades que reciben cuidados a largo plazo a través de Medicaid. Más de 17 millones de adultos mayores y personas con discapacidades representan el 60% del gasto total de Medicaid.

Con un déficit federal en aumento —debido, en gran parte, a los recortes impositivos del 2017— y una serie de estados que buscan mayores barreras para los beneficiarios que necesitan atención, está claro que Medicaid se enfrentará a grandes obstáculos en los próximos años.

El 74% de las personas tiene una opinión favorable en cuanto a Medicaid, según una encuesta de seguimiento realizada en febrero por la KFF (Kaiser Family Foundation), que puede deberse al largo alcance de Medicaid. Por ejemplo, el programa cubre a seis de cada diez residentes de hogares de ancianos en Estados Unidos, según muestra un informe de la KFF.

El Gobierno federal establece pautas generales para Medicaid, pero cada estado designa y opera su propio programa. En los últimos años, ha habido llamamientos en Washington y en las legislaturas estatales para cambiar las reglas de Medicaid, por lo general para ahorrar dinero.

Tan solo el año pasado, diez estados solicitaron agregar nuevos requisitos de trabajo a sus programas de Medicaid, y varios han obtenido permiso federal para hacerlo. Varios estados también pidieron imponer límites de por vida a los beneficios de Medicaid, pero hasta ahora esos pedidos no se han aprobado.

Preguntas sobre Medicaid para los candidatos.

AARP

"¿Cómo se verían los límites de por vida para una mujer mayor en un hogar de ancianos?”, pregunta Frederick Isasi, director ejecutivo de Families USA, una organización de defensa de la salud. "¿Significa acaso que la escoltarán fuera del edificio porque ha llegado al límite de por vida?

Esta es la primera vez que vemos a una administración usar su autoridad para crear un piso de cobertura mucho más bajo", agrega Isasi.

Por otra parte, AARP ha estado trabajando para que Medicaid cubra mejor los servicios de atención a largo plazo que se brindan en el hogar o la comunidad. Medicaid requiere que los estados paguen solo por el cuidado en hogares de ancianos de los participantes elegibles; la cobertura de los servicios en el hogar y en la comunidad varía de un estado a otro. En promedio, se puede atender a tres personas en la comunidad por el costo de una persona en un hogar de ancianos.

"Una de las razones por las que nuestra voz es tan importante en la lucha por Medicaid son los millones de adultos mayores y personas con discapacidades cuyos cuidados a largo plazo se financian a través del programa", explica Certner, de AARP.

La sugerencia federal más persistente para reformar Medicaid es convertirlo en un programa de subsidios en bloque. Ahora mismo, siempre y cuando alguien reúna los requisitos para el programa, tiene derecho a todos los beneficios cubiertos. Con el subsidio en bloque, los estados recibirían una cantidad de dinero fija del Gobierno federal. Si los beneficiarios de Medicaid necesitaran más atención que la subvención en bloque pagada, los estados tendrían que compensar la diferencia, ya sea recortando los beneficios o reduciendo la cantidad de personas que cualifiquen.

Los partidarios de los subsidios en bloque dicen que controlarían el programa de beneficios. Los opositores responden que esto causaría que millones de personas se queden sin la atención que necesitan.

Incluso sin tales cambios, hay presión en el programa. En mayo, los funcionarios de Luisiana, que enfrentaban un déficit de $550 millones, enviaron cartas a 17,000 beneficiarios de Medicaid que vivían en hogares de ancianos para comunicarles que sus beneficios se terminarían, lo que llevaría al desalojo.  

Irónicamente, los esfuerzos para reducir los beneficios del programa llegan al mismo tiempo que muchos estados están intentando ampliar la cobertura a través de la ACA. Este otoño, varios estados (incluidos Utah, Nebraska e Idaho) podrían tener propuestas para la ampliación de Medicaid en sus boletas. Otros estados donde no se ha ampliado todavía están debatiendo el asunto. Quienquiera que sea elegido gobernador o para la legislatura estatal bien podría determinar si un estado revisa o no el asunto. 

Pero incluso eso no funciona siempre. En Maine, los votantes aprobaron un referéndum sobre la ampliación de Medicaid en el 2017. Pero el gobernador Paul LePage se negó a ampliar el programa, y ahora el asunto está detenido en los tribunales.