Vida Sana
Sebastián Zavala, mexicano de 59 años, recibe cada mes $200 para comprar su comida. Frutas, verduras, leche, pan y otros alimentos son los que puede obtener con esta ayuda que le da el gobierno desde que perdió su empleo como recolector de fresas en Watsonville, California, en octubre del 2010.
Zavala se suma a la lista de personas de la tercera edad en el país que participa del programa SNAP (Supplemental Nutrition Assistance Program). SNAP les permite a las familias de bajos recursos adquirir alimentos nutritivos con tarjetas electrónicas en supermercados del país. Es un programa financiado por el gobierno federal y administrado por los estados.
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“Esta ayuda ha sido muy importante y más ahora en estos momentos”, dice Zavala, quién aún no ha podido encontrar otro empleo.
Zavala forma parte de los 43 millones de personas que actualmente participan en el programa SNAP, según el Servicio de Alimentos y Nutrición. Pero aunque la cifra parece alta, sólo un tercio de quienes califican para recibir estos beneficios solicita la ayuda; y entre los hispanos, sólo el 56% de los que son elegibles participan en el programa, dice Lisa Pino, la viceadministradora del Servicio de Alimentos y Nutrición con sede en Washington, D.C.
“Vale la pena aplicar. Esa ayuda puede hacer una gran diferencia en lo que comen y en su salud”, dice Pino. “Sabemos que este tiempo es difícil por la economía, sabemos que muchas familias latinas están en un momento difícil, quizás perdieron su casa, o su trabajo, o no tienen lo que tenían antes y necesitan poner comida en la mesa. Para eso está el programa”.
Requisitos
Lo primero que recomienda Pino si crees que pudieras beneficiarte de esta ayuda es informarte. En todos los estados existen oficinas donde se puede encontrar información, y muchas de las oficinas que prestan el servicio tienen personal que habla español. Se puede solicitar la ayuda tanto en persona como por teléfono o por Internet.
Muchos “creen que por tener un trabajo o una casa no pueden participar pero eso no es así”, dice Pino.
El monto que pudieras recibir varía según el número de personas que viven en la casa y otros factores, explica.
También pueden acceder familias que tienen diferentes tipos de estatus migratorio. Si hay una persona que es residente o ciudadana lo puede hacer sin que esto afecte la situación legal de otros, asegura Pino.
Aunque los requisitos para acceder a la asistencia alimenticia son estatales y varían de estado a estado, uno de los principales requerimientos a nivel general es el ingreso mensual. De modo que aunque las personas tengan una casa propia, dinero en el banco, o hasta trabajo, no impediría que solicitaran la ayuda.
“Con todo lo que ha pasado con la economía, unos 40 estados han flexibilizado los requisitos de los ingresos para dar mayor acceso a las personas”, dice Pino.
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