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Secretos que revelan nuestras contraseñas

Tu personalidad, tus gustos, tus miedos y otros intereses que se filtran en esos incomprensibles códigos.

Secretos que tus contraseñas pueden revelar

Foto: OJO Images/Alamy

Nuestras contraseñas pueden revelar lo que somos y lo que valoramos.

In English | ¿Cuándo fue la última vez que pensaste en tus contraseñas de internet?

Ya sabes, estas complejas combinaciones de letras, números o símbolos que te permiten el acceso a tu información más confidencial, como cuentas de ahorros para la jubilación, la página de Facebook. (O quizás no tan complejas: contraseña 1-2-3!)

Las contraseñas, que están por todas partes en nuestra sociedad y mundo digital, pueden abrir más que simples páginas web; también revelan quiénes somos y qué valoramos.

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¿Qué podrían decir tus contraseñas de ti? Explora estas siete posibilidades.

1. Te encanta la naturaleza

Gordon Mathieson, de 69 años, exdirector de tecnología de la información en Yale School of Medicine y voluntario de AARP en Massachusetts, cambia su contraseña cada estación. Utiliza un algoritmo que combina letras o números con palabras y frases inspiradas en la naturaleza.

"Combina mis dos pasiones: la naturaleza y la lógica", dice Mathieson.

2. Te sales del molde

En su adolescencia, Ann*, de 60 años, residente de Portsmouth, N.H., era estudiante de intercambio en Dinamarca. Así que cuando se trata de contraseñas, ella a menudo recurre al idioma danés, usa cosas como nombres de pueblos, frases populares —incluso malas palabras (que a su vez le son útiles cuando se le olvida una contraseña)—.

"Si comparamos, pocas personas hablan danés", dice Ann, "así que pensé que mis contraseñas serían difíciles de descubrir a menos que alguien hablara el idioma o me conociera. ¿Qué dice esto de mí? Que le doy valor a la privacidad y que me encanta Dinamarca. Y por fortuna, las computadoras [configuradas en idioma inglés] no se ofenden con malas palabras en otro idioma".

3. Tienes amigos peludos

Susan*, de 65 años, residente de New Haven, y a quien le encanta los animales, solía mantener todas sus contraseñas escritas en tarjetas Rolodex. Recientemente las trasladó a un cuaderno con forro de cuero.

"La mayoría de mis contraseñas tienen que ver con nuestras mascotas", nos dice. "Uso combinaciones de letras mayúsculas y minúsculas, números intercalados, e incluyo mascotas que han fallecido y cuánto tiempo vivieron". Susan dice que ella recuerda a cada mascota con cariño cuando escribe el nombre.

4. Te has mudado bastante

Después de leer un artículo acerca de la seguridad de las contraseñas, Tom*, abogado de Nueva York de 68 años, decidió que su todas sus contraseñas se basarían en los nombres de calles en las que ha vivido. "He vivido en ocho direcciones diferentes en el transcurso de mi vida", nos dice, "y soy probablemente la única persona que las recuerda todas".

¿La que usa con más frecuencia? La dirección de la casa de su infancia: "Me trae recuerdos felices", nos dice.

5. Eres aventurero

Mary*, de 77 años, residente de Brookline, tiene 20 contraseñas diferentes. La asistente administrativa ya jubilada ha viajado por años y para las contraseñas se inspira en sus aventuras por el mundo.  Hizo un viaje en el tren transiberiano, una visita para ver a su sobrina en el Pacífico Sur y un crucero en el Queen Elizabeth. Ha viajado a casi a 40 países.  

"Me encanta incluir mis viajes en mis contraseñas". Mary dice, "porque son una parte muy importante de mi".

6. Sabes lo que es importante en tu vida

Martha*, de 58 años, residente de Boston, sabe que usar una sola contraseña es una invitación al desastre, así que ella usa una diferente para cada una de sus cuentas, y las guarda todas escritas en una hoja de papel en su maletín. "Mis contraseñas reflejan aquello en lo que pienso más a menudo: mis hijos, mi nieta y mi experiencia en artes marciales", comenta.

7. Buscas un propósito mayor

A Barbara*, de 66 años, sicóloga de Los Ángeles, le parece que recordar sus numerosas contraseñas es algo tedioso y desafiante. Por eso, hace unos cinco años empezó a usar algunas de ellas con un propósito más profundo.

"Decidí, particularmente con respecto a la contraseña que necesito para iniciar sesión en mi computadora del trabajo —y que uso todo el tiempo— que haría de mi contraseña una especie de mantra", comenta. "Cuando necesito concentrarme en encontrar tiempo para relajarme, incluyo esa palabra en mi contraseña. Eso me obliga a que la tenga siempre presente cuando inicio sesión en la mañana". Barbara agrega: "Ya no me atrevo a cambiar mis contraseñas; es como si las usara con otro propósito".

Para leer más acerca de las contraseñas y las pistas que ofrecen, consulta "The Secret Life of Passwords" (La vida secreta de las contraseñas) un artículo de Ian Urbina en la New York Times Magazine, que detallada el tema. Urbina las llama "contraseñas inolvidables", ya que están imbuidas de significado personal y las personas tienden a aferrarse a ellas con el paso del tiempo.

*Para esquivar a los  hackers, hemos cambiado estos nombres.