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El ascenso de la Madre Teresa

La Iglesia Católica la consagrará santa y eterna.

Madre Teresa de Calcuta sostiene en brazos a un niño

Tim Graham/Alamy

La Iglesia Católica declarará santa a la beata Madre Teresa de Calcuta este 4 de septiembre, fecha que coincide con el aniversario de su muerte, el 5 de septiembre de 1997.

El año pasado el papa Francisco anunció que la “vía de la santidad” de la religiosa de origen albanés había quedado expedita después de que un segundo milagro le fuera atribuido a su “intercesión”, según informó la BBC.

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La Madre Teresa, cuyo verdadero nombre es Agnes Gonxha Bojaxhiu, nació el 20 de agosto de 1910 en Skopie, capital de la actual república de Macedonia, que entonces pertenecía a Albania. Durante su vida fundó la Orden de las Misioneras de la Caridad y se la conoció por su dedicación a los más pobres y desposeídos, labor que le meritó el Nobel de la Paz en 1979.

El milagro que la convirtió en beata

El papa Juan Pablo II, un gran admirador de la Madre Teresa, fue quien aceleró el proceso de su beatificación al autorizar los decretos que reconocen las virtudes heroicas y la atribución de un milagro. El santo padre la beatificó ante 300,000 personas en el 2003.

El milagro aprobado para su beatificación fue la “curación inexplicable” de una mujer de 34 años en la India, quien padecía de un tumor en el abdomen. Devota de la Madre Teresa, la mujer pidió le colocaran en donde tenía el tumor una medalla que había pertenecido a la Madre (Teresa) exactamente un año después de la conmemoración de su muerte, el 5 de septiembre de 1998.

El milagro que la convertirá en santa

El supuesto milagro, elegido y aprobado por la comisión teológica de la Congregación para la Causa de los Santos, ocurrió el 9 de diciembre del 2008. Según el relato oficial, el brasileño Marcilio Andrino estaba en coma y agonizaba a raíz de una infección cerebral que había provocado múltiples abscesos y acumulación de líquido en el cerebro.

La operación estaba prevista para las 6:10 de la tarde, pero el anestesiólogo no pudo intubarlo. El cirujano, al llegar media hora después, “encontró al paciente inexplicablemente despierto y sin dolor”, según el reverendo canadiense Brian Kolodiejchuk, quien promovió la causa de la canonización de la Madre Teresa.

A la mañana siguiente, el paciente estaba totalmente consciente y sin jaqueca; estaba asintomático y con cognición normal”, dijo Kolodiejchuk en un comunicado meses después.

Según Kolodiejchuk, la esposa de Andrino había suplicado la intercesión de la Madre Teresa durante la media hora que debía durar la operación, fue en ese momento cuando ella y sus familiares le suplicaron a la Madre por su recuperación.

Santa a pesar de la “noche oscura”

Al canonizar a la Madre Teresa, el papa Francisco elevará a los altares a una monja admirada en el mundo y galardonada con el Premio Nobel de la Paz, por su dedicación a los “más pobres entre los pobres”. Reconocerá la santidad de una mujer que se sentía abandonada de Dios y que a pesar de su sonrisa eterna decía sufrir los “tormentos del infierno”.

La Madre Teresa padeció lo que la Iglesia llama una “noche oscura del alma”, un período de duda espiritual, desesperación y soledad. Pero nadie sino sus guías espirituales y su obispo supieron de sus sufrimientos espirituales hasta que su correspondencia salió a la luz durante la causa de beatificación. Las cartas quedaron a disposición del público en el libro Come Be My Light, publicado en el 2007.

Para el reverendo Brian Kolodiejchuk, quien publicó las cartas, las revelaciones fueron la confirmación de las cualidades heroicas de la Madre Teresa. Al canonizarla, dijo, el papa Francisco reconoce que ella compartía no solo la pobreza material de los pobres, sino también la pobreza espiritual de quienes sienten “el desamor, el rechazo, el abandono”.

Se espera la presencia de decenas de miles de personas el domingo en la canonización de la monja menuda y encorvada cuyo proceso de canonización comenzó aceleradamente tras su muerte en 1997.

El papa Francisco ha hecho de la canonización el momento culminante de su Año Santo de la Misericordia.