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5 mitos destructivos en las relaciones de pareja

Deja atrás hábitos que no tienen ninguna práctica en la realidad.

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Foto: Getty Images/Vetta

“No te acuestes enojado” es un consejo que más parece un mito, y si lo sigues prepárate para estár despierto toda la noche.

In English | Es increíble cuánto tiempo toma desmentir ciertos consejos sobre relaciones. Muchos axiomas aparentan ser ciertos. Sin embargo, con un poco de razonamiento quedan en el olvido.

Entre todas estas reglas problemáticas, ¿cuáles son las peores? Hay cinco reglas que me encantaría poder borrar de todos los libros de relaciones que se han publicado o de todas las sesiones de consejería confidenciales de todos los "expertos" en relaciones que existan.

Así que, identifiquemos y olvidemos esos mitos:

1. No te acuestes enojado

¿Acaso te vas a quedar despierto discutiendo toda la noche?  Además, ¿quién dijo que era una buena idea discutir un asunto cuando estás agitado y estás muy enojado?

Independientemente de que quieras resolver un asunto que te incomoda y aclarar las cosas, es muy probable que empeores la situación si tratas de hablar cuando tus emociones están a flor de piel. El Instituto Gottman llevó a cabo investigaciones que demuestran que la mayoría de las personas necesitan mucho más tiempo para calmarse del que ellas piensan.

Las emociones humanas se asemejan a un incendio que no se ha extinguido por completo: si añades un poco de combustible a esas cenizas que parecían estar apagadas podrías desatar una hoguera feroz. ¿Cuál es la mejor opción? Haz una cita para discutir la situación 24 horas más tarde. Definitivamente estarás más calmado, con una mejor perspectiva y lógica. (¡Hasta te podrías preguntar de dónde salió todo ese enojo!)

2. Las personas no cambian. ¡O sí lo hacen!

Quizás no lo hagan en el momento preciso que quieres, pero las personas sí pueden evolucionar —y lo hacen— de manera maravillosa a lo largo de su vida: dejan de apostar. (O fumar. O tomar). Aprenden a controlar sus enojos. Encuentran la forma de demostrar su gratitud, susceptibilidad y sensibilidad.

El problema con esa creencia de que las personas no cambian es que te impide conocer el gran potencial que puede tener hasta la pareja con la que compartes hace muchos años: algunas personas cambian tras aprender a decir, "Lo siento". Otros cambian al dejar atrás, o verse obligados a dejar atrás, algún hábito o comportamiento destructivo. Otros reciben terapia y cambian radicalmente luego de esta experiencia.

Los 50 no son como los 20; en muchos casos, ¡son hasta mejores! Podemos modificar no solo nuestras acciones, sino también nuestros valores, así que por favor no te escondas detrás de este mito. (¡Y tampoco dejes que tu pareja lo haga!)

3. El sexo deja de ser importante al pasar el tiempo

Yo no suelo rogar, pero en este caso ¡te ruego que me disculpes por no estar de acuerdo!

Una de las (tantas) razones por las cuales el sexo sigue siendo importante a lo largo de nuestras vidas es porque es un factor esencial para las hormonas que mantienen los lazos y el amor, como la oxitocina y la dopamina. El sexo es conexión, relajación y disfrute —y no necesitas intentar las acrobacias sexuales de los 20 y los 30 para poder tener una vida sexual satisfactoria en tus 50, 60, 70 años y más allá—.

De hecho, ¡el coito no es siempre necesario! Las parejas pueden darse placer mutuamente con sus manos, bocas o simplemente con sus cuerpos entrelazados cariñosamente toda la noche. Así que a pesar de que una piedra en el camino puede minar tu apetito sexual, no dejes que lo elimine por completo; la pérdida del deseo sexual no es insignificante ni una parte inevitable del envejecimiento.

4. Los hombres no son románticos como las mujeres

Tienes razón, los hombres no son igual de románticos que las mujeres, ¡son más románticos!

Las investigaciones demuestran que los hombres dicen "te amo" a las mujeres con más frecuencia que las mujeres a los hombres. Y también dan más cumplidos. No solo eso, los esposos tienen mayores probabilidades de sentirse faltos de romance que las esposas. Y a pesar de que los hombres tienen menos facilidad que las mujeres cuando de regalos románticos se trata, es más probable que ellos los regalen en lugar de recibirlos.

Así que... ¿realmente necesitas escuchar algo más que "los hombres no reciben suficientes muestras de cariño" para saber qué hacer ahora?  Dejando a un lado los estereotipos de género, no hay forma de que las parejas exageren sus muestras de afecto, ya sea un escape o una cena a la luz de las velas que termine en un baño a la luz de las velas. En resumen, más romance por favor —de ambas partes—.

5. Una vez que eres infiel no hay vuelta atrás

Otro mito infundado. Muchas parejas superan situaciones dolorosas en el transcurso de su relación de muchos años y logran recuperarse, reconciliarse y continuar hacia adelante.

Sé que es difícil (y para el perjudicado puede hasta ser completamente injusto), pero las parejas deben estar dispuestas a trabajar duro para enfrentar sus sentimientos e identificar cuál es el rol, si alguno, de cada cual en un conflicto o en un momento de infidelidad. Para el "traicionado" esto requiere dejar a un lado tu repugnancia —o la sed de venganza— lo suficiente para entender con exactitud con qué lidia tu pareja o qué es lo que trata de ignorar.

Gracias a la confianza que ambos han cultivado en su unión, existe la posibilidad de que puedan fortalecer su relación de pareja luego de un caso de infidelidad. A pesar de lo doloroso que pueda ser, la traición puede quedar atrás con el pasar del tiempo si el que violó las reglas tiene un verdadero arrepentimiento —y si la pareja busca y encuentra una manera nueva y mejor de amarse el uno al otro y proteger su matrimonio—.

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