'El abrazo de la serpiente', el corazón del Amazonas

Manduca, un personaje secundario, es quien mejor expresa el punto de vista del director y coguionista, Ciro Guerra. Manduca trata de convencer a Karamakate de que Theo no es como los otros, ya que como científico respeta y admira sus culturas. Además de que si se salva, regresará a Europa para publicar sus diarios, presentando otra visión del Amazonas. Pero, no es eso lo que convence a Karamakate de llevarlos al lugar sagrado donde crece la Yakruna, sino el hecho de que Theo le ofrece a su vez llevarlo a un lugar donde vio sin el menor asomo de duda a otros sobrevivientes de su tribu. Es así como se sella su frágil alianza. Los tres hombres se adentran en el Amazonas y en su recorrido intercambian enseñanzas.

El abrazo de la serpiente fue rodada en blanco y negro, lo cual ayuda a restarle al paisaje el colorido y la exuberancia que relacionamos con sus vivos colores. La elección funciona también como un recurso para ubicar la historia en un plano intemporal, donde se confunde pasado y presente/realidad y fantasía. Además de estas dualidades, Guerra entremezcla la línea argumental de Theo a principios de siglo, con la del etnobotánico estadounidense, Richard Evan Schultes (Evan), quien busca rastrear los pasos de Theo cuarenta años después. Los diarios de Theo fueron efectivamente publicados y son lo que han atraído a Evan.  Viajando solo por la jungla, Evan encuentra al mismo Karamakate, quien a pesar del tiempo sigue viviendo en solitario, profundamente desconfiado de los blancos.

A pesar de todo, Karamakate accede a acompañar a Evan a buscar nuevamente la Yakruna. En este segundo viaje, los dos protagonistas siguen la misma ruta de que los otros tres y van encontrando nuevas evidencias de la nefasta huella del hombre blanco en su paso por el Amazonas. Además de la deforestación y la violencia física a sus habitantes,  El abrazo de la serpiente muestra una visión aterradora de la forzada evangelización de los indígenas. La escena en la que un “mesías” brasileño mantiene sometida a toda una comunidad con su visión distorsionada del cristianismo, es de las más inquietantes del filme.  

El abrazo de la serpiente evita—hasta donde puede—reducir la historia al típico binomio hombre blanco malo/salvaje bueno. Por un lado, los protagonistas blancos son científicos cuya ambición es de conocimiento y no de bienes materiales. Por el otro, presenta a los nativos como sofisticados expertos no solo en el comportamiento de su entorno, sino de la experiencia humana.