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'Star Wars' regresa triunfante

La Fuerza es poderosa en esta película.

DIRECTOR: J.J. Abrams
ELENCO: John Boyega, Adam Driver, Carrie Fisher, Harrison Ford, Mark Hamill, Oscar Isaac, Daisy Ridley
CLASIFICACIÓN: PG-13 (Público general, mayor de 13 años)
DURACIÓN: 135 minutos

In English | No tienes que ser un fanático para sentir la sensación electrizante cuando el clásico logo de Star Wars y el imponente acorde de John Williams abren Star Wars: The Force Awakens. El efecto puede transportar a los espectadores de cierta edad de nuevo a ese día de primavera en 1977, cuando Luke Skywalker y compañía tuvieron su primera batalla contra el Imperio.

De hecho, la séptima entrega de la serie —la primera del escritor y director J.J. Abrams, que toma el mando de control del creador  George Lucas— toca tantas notas familiares de principio a fin que algunos pueden confundirla con una réplica de la original. Lo cual es perfecto para aquellos de nosotros que no hemos sido capaces o no hemos tenido el tiempo para sumergirnos en la mitología arcana que ha cubierto el canon de Star Wars. Para nosotros, las películas siempre han sido más sobre el estilo y la grandeza que la sustancia. Por favor, no más sermones sobre midiclorianos y la Fuerza; ¡agiten esos sables de luz!

Sin duda que se agitan, pero primero tenemos que conocer a los nuevos personajes que supuestamente impulsarán la franquicia de Star Wars en el futuro. La preciosa Daisy Ridley como Rey, una jovencita huérfana que vive en un planeta desierto y que parece que podría tener los poderes de un caballero Jedi. (Cambia el sexo de Daisy, y estarás prácticamente describiendo a Luke Skywalker en la primera película). Pronto nos encontramos con un piloto charlatán y arriesgado (Oscar Isaac), que se hace amigo de un sincero e inocente exsoldado imperial (John Boyega). Este par encaja en el molde de Han Solo y Luke Skywalker tan cómodamente como quedó Han congelado en carbonita al final de The Empire Strikes Back.

Los eventos conspiran para que el trío entre en conflicto con una nueva dinastía malvada que ha surgido de las ruinas del Imperio, que todo el mundo sabe fue aplastado hace 30 años al final de Return of the Jedi. Ha llegado a sus manos un pequeño droide adorable —imagina al hermanito de R2-D2— que contiene en sus programas un mapa de la ubicación de donde Luke, al parecer el último de los Jedi, ha estado escondido. Si tan solo pudiéramos convencer a Luke para sacarlo de su retiro, todos están de acuerdo en que los chicos buenos tendrían una oportunidad de pelear.

Matices de "¡Ayúdame, Obi-Wan Kenobi! ¡Eres mi única esperanza!"

Escena de Star Wars, el despertar de la fuerza

Cortesía de Disney/LucasFilm

Daisy Ridley y John Boyega brillan en 'Star Wars: The Force Awakens'

Por desgracia, los villanos —liderados por un aspirante a Darth Vader enmascarado y vestido de negro llamado Kylo Ren— saben todo sobre el secretito del droide, y no se detendrán ante nada para descubrirlo. ¿Quién, oh quién, nos podrá ayudar? Bueno, de todos los bares de todos los planetas en todo el universo, ¿quién entra por la puerta, sino Han Solo y su buen compañero Chewbacca?

A partir de este punto, Star Wars: The Force Awakens presenta repetidas pistas reveladoras del argumento, lo que coloca al crítico de cine en un aprieto. Sin embargo, al igual que en las películas originales, el director Abrams tiende a telegrafiar los giros de la trama con mucha antelación, brindándoles a los espectadores la supuesta satisfacción de poder decir: "¡Sabía que eso iba a pasar!", una vez que la revelación ocurre.

También, Abrams demuestra que no es más hábil en el manejo de escenas desenmascaradoras que sus predecesores de la serie. Una de las grandes decepciones en la historia del cine tiene que ser el momento en que Luke mira la verdadera cara de Darth Vader por primera vez, solo para descubrir que el Mal Encarnado se parece a Otto Preminger tocando la armónica. Igual aquí: cuando este villano recién forjado se quita la máscara —no tengo claro por qué la necesitaba— vemos la cara de bebé de Adam Driver, solo un poco menos amenazante que Rick Moranis como Dark Helmet en la película de 1987 Spaceballs.

Harrison Ford se encuentra en buena forma como Han Solo. Cuando lo conocimos por primera vez como un joven actor larguirucho hace 38 años, era difícil distinguir a Han de Harrison: ¿estaba Ford totalmente inmerso en este personaje o era simplemente él mismo? Eso es lo que hace que sea tan divertido verlo regresar a ese rol que fue claramente creado no para él sino por él.

Carrie Fisher, valiente y de una sensualidad poco convencional en las tres primeras películas, realiza una asignación un tanto ingrata en esta ocasión. La princesa Leia se ha convertido en la líder firme y estoica de la Resistencia, el tipo de rol que normalmente se asigna a actores de cara seria. Conocemos algunos detalles conmovedores sobre la relación de Leia con Han desde la última vez que los vimos, pero las escenas entre los dos tienen una frialdad decepcionante.

En cuanto a Mark Hamill , en efecto, hace su aparición. Pero si su aparición en los créditos fuera proporcional al tiempo de su personaje en la pantalla, Hamill aparecería en algún lugar bajo Nien Nunb, el piloto con orejas de ratón que apenas se vislumbró e hizo su debut en Return of the Jedi. (Seguidores leales de Star Wars, un consuelo: podemos esperar ver mucho más a Luke en las dos secuelas de Abrams que vienen en camino).

No es ninguna crítica señalar que para The Force Awakens, Abrams parece haber colocado papel de calcar sobre el guion original de Star Wars de Lucas y diseñado su trama siguiendo el mismo patrón. Desde la toma inicial en el desierto, la escena de la cantina, la muerte sacrificial (cúbrete los ojos) de un personaje central hasta las naves que vuelan rozando la superficie de una Estrella de la Muerte buscando el agujero de Aquiles, The Force Awakens evoca repetidamente momentos recordados con cariño.

A lo que yo digo, "¡Qué bien!" Ningún comprador de boleto está dispuesto a reconceptualizar la saga completa de Star Wars. En cambio, los fieles están contentos de recuperar la maravilla que experimentamos hace mucho tiempo en un teatro muy, muy lejano.

Bill Newcott es escritor, redactor y crítico cinematográfico para AARP Media.