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El archivo maestro de defunción del Seguro Social ayuda al robo de identidad

Los estafadores usan información de las personas fallecidas para presentar declaraciones de impuestos y recibir reembolsos

Caja fuerte con tarjetas de Seguro Social

Eric Nyffeler/ Doe Eyed Design

Los estafadores aprovechan los números de Seguro Social de las personas fallecidas para presentar declaraciones de impuestos estatales fraudulentas, lo que ha resultado en $70 millones en reembolsos

In English | Sirhon "Ron" Rivers estaba en la cima del mundo gracias a los que están dos metros bajo tierra. Vivía en una mansión, conducía un auto de lujo y se compraba las joyas más caras.

En cuatro años, robó $2.3 millones al presentar más de 800 declaraciones de impuestos estatales fraudulentas usando la identidad de personas fallecidas.

"Fue a sitios web [de genealogía] para obtener números del Seguro Social y demás información de las personas fallecidas", explica el fiscal federal adjunto Anthony González, que ayudó a poner a Rivers tras las rejas. (Ahora cumple una condena de 8 años y medio en una prisión federal). Esa información le permitió presentar declaraciones de impuestos electrónicas creíbles y recibir reembolsos.

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Otros ladrones que usan identidades de personas fallecidas tienen al IRS como objetivo. Recibieron $70 millones en reembolsos de 19,000 declaraciones de impuestos federales solo en el 2011.

El robo de identidad post mórtem es alarmante, pero no es raro, en especial porque las víctimas no pueden quejarse. Cada año, los nombres y datos personales de unos 2.5 millones de difuntos se utilizan de manera fraudulenta para solicitar tarjetas de crédito, préstamos, reembolsos de impuestos y servicios públicos, según Stephen Coggeshall de ID Analytics, una empresa de protección contra el robo de identidad en San Diego, California. "Sus números de Seguro Social son, a veces, más fáciles de encontrar que las credenciales de los vivos".

Algunos ladrones recopilan los números gracias a cómplices que trabajan en hospitales o funerarias. Otros los obtienen de sitios web del estado que publican certificados de defunción y que, a veces, incluyen el número de Seguro Social. O los compran de mercados negros cibernéticos. "Pero quizá la fuente más conocida", explica Coggeshall, "es el archivo maestro de defunción de la Administración del Seguro Social".

El archivo contiene el nombre, el número de Seguro Social y las fechas de nacimiento y fallecimiento de unos 95 millones de difuntos. Permite a los empleadores, las instituciones financieras y las agencias gubernamentales identificar el fraude cuando procesan solicitudes y, supuestamente, está disponible solo para estas entidades.

Pero la ley federal exige que una versión conocida como el SSDI (Social Security Death Index o índice de fallecimientos del Seguro Social) sea pública. Incluso sin los números de Seguro Social, con frecuencia el SSDI brinda suficiente información como para facilitar el robo de identidad, y esos detalles pueden encontrarse de forma gratuita en sitios de genealogía y de otra índole.

La identidad de los fallecidos también se usa para el trabajo ilegal. Por ejemplo, una auditoría federal reciente encontró que, en los años fiscales del 2006 al 2011, se presentaron declaraciones de impuestos por $3 mil millones ($3 billion) en ingresos utilizando los números de Seguro Social de casi 67,000 personas nacidas antes del 16 de junio de 1901, que ahora tendrían 114 años o más.

Los auditores federales han criticado a la Administración del Seguro Social (SSA) por no actualizar de manera eficiente el archivo maestro de defunción, ya que no figuraban 6.5 millones de titulares de números quienes habían nacido antes de esa fecha en 1901. Dorothy J. Clark, portavoz de la SSA, dice que menos del 0.5% de los 2.8 millones de registros de defunción agregados a la lista anualmente son erróneos, pero que la SSA sigue intentando mejorar.

  • Envía de inmediato copias del acta de defunción por correo certificado a las tres agencias de informe crediticio. Solicita que se imponga una "alerta de fallecimiento" en el informe crediticio.
  • Envía por correo postal copias a los bancos, aseguradoras y otras firmas financieras solicitando que cierren las cuentas o cambien la propiedad de las mismas de conjuntas a individuales.
  • Un pariente debería reportar el fallecimiento a la SSA, llamando al 800-772-1213, y al IRS, llamando al 800-829-1040. Además, notifiquen al departamento de vehículos motorizados del estado.
  • En los obituarios, no incluyas la fecha ni el lugar de nacimiento, la última dirección ni el empleo de la persona fallecida.
  • Un mes después de la defunción, consulta el informe de crédito del fallecido en annualcreditreport.com en busca de actividades sospechosas.


Sid Kirchheimer es el autor de Scam-Proof Your Life (Haga su vida a prueba de estafas), libro publicado por AARP Books/Sterling.