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Cocinando con leche de coco y de almendras

Prueba estos platos cremosos y sin lactosa.

Recipiente con leche de almendras

Istock

La leche de coco y la de almendras son alternativas saludables para los productos lácteos.

In English | El otoño pasado mi hija Maggy comenzó a hacer leche de nueces. Como toda una evangelista de los alimentos saludables y con la intención de motivarme, en una ocasión me regaló una bolsa para hacer mi propia leche de nueces. Lo había intentado en varias ocasiones ya, pero no estaba lista para cambiar a la leche de nueces, así que la bolsa se perdió en la alacena.

Poco después mi esposo David fue al médico para su examen físico anual y resultó que tenía nieveles de colesterol muy altos. Para no tener que tomar medicamentos, David comenzó a cambiar su dieta. Entre el cambio en su estilo de vida y nuestro compromiso de comer menos carne, hemos ido haciendo la transición hacia una alimentación mayormente vegetariana.

Este cambio ha sido gradual pero constante. Mientras buscábamos una crema para café y té sin colesterol para David descubrimos la marca So Delicious de crema de leche de coco en la sección de lácteos de Whole Foods. David cambió inmediatamente, pero yo de todas maneras compraba medio galón de leche para la casa.

A los dos nos encantan las sopas y pastas cremosas y estos platos decidí espesarlos con leche de coco enlatada (en lugar de leche evaporada) y la crema de leche de coco que David usa para el café. Por suerte, estas leches sin colesterol satisfacen de la misma manera. Poco a poco, las latas de leche de coco comenzaron a sobrepasar las latas de leche evaporada en nuestra alacena y la crema de coco para el café reemplazó la leche en nuestra nevera.

Hay un viejo refrán que dice: cuando el estudiante está listo, aparece el maestro. Hace unos meses encontré la bolsa para hacer la leche de nueces y por fin estaba lista. Comencé a hacer mis propias cremas y leches vegetarianas. Para tener mayor flexibilidad hago concentrados de las leches de nueces: funcionan bien para hacer pastas y sopas cremosas y, al igual que con la leche evaporada, las puedes diluir con agua (y endulzarlas y añadirles sabores con un poco de miel y vainilla) para los cereales y los batidos. Incluso comencé a añadir frutas secas a las nueces mientras se remojan —combinaciones como arándano azul y nueces del nogal o ciruelas y avellanas— para hacer leche de nueces endulzada naturalmente.

Aquí hay algunas recetas para enseñárte lo fácil que es convertir esos placeres culinarios como la crema de tomates y la pasta alfredo, en platos sin colesterol que puedes disfrutar a menudo.

También incluyo una receta sencilla para hacer crema de leche de nueces. Sé que muchos pensarán que no vale la pena el esfuerzo de hacer tu propia leche, pero al menos guárdala —en un archivo que diga "Cuando el estudiante esté listo"—.

Fettuccine alfredo y setas sin crema
 
 Rinde 4 porciones

  • Sal
  • 1 paquete (12 onzas) de fettuccine: regular, integral o sin gluten
  • 1 1/2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 libra de setas portobello pequeñas o cualquier otra
  • 2 dientes de ajo grandes, picados
  • Pimienta negra molida
  • 3 cucharadas de harina
  • 1 taza de caldo de pollo (o vegetales)
  • 1 taza de crema de leche de coco o crema de leche de nueces hecha en casa (la receta se provee más adelante)*
  • 1/4 taza queso parmesano rallado, y una cantidad adicional para adornar
  • 2 cucharadas de cebollines picados bien finos (opcional)

*Puedes utilizar leche de coco enlatada si prefieres, pero contrario a la crema de leche de coco, tiene mucho sabor a coco. Y si no buscas sustituir los lácteos, entonces puedes cambiar la crema de leche de coco por leche evaporada.

Coloca medio galón de agua con sal a hervir en una olla grande para sopa. Añade el fettuccine; cocina parcialmente cubierto, moviendo con frecuencia para evitar que se pegue, justo hasta que la pasta esté un poco blanda.  Escurre la pasta y devuelve a la olla.

Calienta aceite en un sartén grande a fuego mediano-alto hasta que el sartén comience a humear. Añade las setas; saltéalas hasta que se evapore el líquido y las setas comiencen a dorarse, entre 7 y 8 minutos. Añade el ajo, una pizca de sal y un poco de pimienta; continúa cocinando hasta que comience a oler, como un minuto más. Añade la harina, luego el caldo y la crema para hacer una salsa cremosa. Déjalo hasta que esté a punto de ebullición; baja la temperatura a fuego mediano y deja que siga hirviendo suavemente hasta que espese la salsa, un par de minutos más. Añade el 1/4 de taza de parmesano. Vierte la salsa cobre la pasta; mezcla y sirve inmediatamente, aquí puedes añadir los cebollines y más queso parmesano si gustas.

Crema de tomate sin crema

Rinde un cuarto de galón

  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cebolla mediana a grande, picada
  • 1 lata (28 onzas) de tomates triturados
  • 1 lata (13.5 onzas) de leche de coco baja en grasa o 1 1/2 tazas de crema de leche de nueces hecha en casa (la receta se provee más adelante)
  • 1/2 taza de hojas de albahaca*
  • Sal y pimienta negra molida

*Si no quieres usar albahaca fresca puedes añadir dos cucharaditas de albahaca seca a la olla junto con los tomates.

Calienta el aceite en una olla de hierro fundido a fuego mediano-alto. Agrega la cebolla; sofríe hasta que se ablande, unos 5 minutos. Agrega los tomates y cocina hasta que esté a punto de ebullición. Baja el fuego y cocina a fuego lento, parcialmente tapado, para mezclar los sabores, aproximadamente 5 minutos. Añade la leche de coco. Vierte la sopa en una licuadora junto con la albahaca. Mezcla y asegúrate de quitar la tapa del medio para dejar que salga el vapor de la licuadora y cubre con una toalla de cocina. Prosigue hasta que tenga una consistencia cremosa suave, entre 30 segundos y un minuto. Regresa a la olla; recalienta hasta que esté a punto de ebullición, sazona con sal y pimienta a gusto. Sirve en platos de sopa.

Crema de nueces

Rinde 2 tazas colmadas

  • Con esta receta, la leche de nueces es tan concentrada como la crema, pero puedes diluirla con agua y utilizarla con cereal. También puedes endulzarla a tu gusto con miel o agave.
  • 2 tazas de nueces (almendras, avellanas, nueces de nogales, pacanas, pistachos, anacardos*)

*Contrario al resto de las nueces, los anacardos no necesitan remojarse.

Remoja las nueces en 2 tazas de agua hasta que estén suaves e hidratadas, por varias horas o durante la noche. Escurre y enjuaga las nueces y mézclalas en una licuadora con dos tazas de agua. Continúa hasta que la leche esté suave y cremosa, unos 30 segundos. Viértela sobre un colador fino, un colador tapado con un paño de queso o en una bolsa para hacer leche de nueces. Cuela la leche de nueces presionando (o exprimiendo si utilizas la bolsa) para sacar la mayor cantidad de leche posible. (Se puede refrigerar en un recipiente con tapa por varias semanas).

Pam Anderson es experta en alimentos de AARP, autora de un libro de cocina con gran éxito de ventas y escribe en el blog threemanycooks.com.

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