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Paella de la tierra

Un plato para consentir hasta los paladares más diversos.

Cuando se reúne la familia, o si tiene muchos invitados para la cena, servir un plato que satisfaga a todos siempre resulta complicado. Algunas personas son alérgicas al marisco, otras sencillamente no comen pescado. Hay quienes no comen cerdo y también los hay vegetarianos. Es curioso, pero podría encontrar estas limitaciones para cocinar alrededor de la mesa de cualquier familia.

La solución, muchas veces, es preparar platos para cada gusto pero así invertirá no sólo muchas horas en la cocina sino también mucho dinero en las compras de ingredientes. Yo le propongo una solución sencilla, que incluye a todos y que le costará una fracción de lo que gastaría si decide cocinar platos diferentes. La paella vegetariana.

Llamémosla "paella de la tierra" porque aunque en esta receta incluimos ciertos ingredientes, usted puede cambiarlos por aquellos que estén en estación y además, que se cultiven en su localidad.

Lo importante es seguir los pasos en orden para que algunos de los ingredientes no se cocinen demasiado mientras acompañan al arroz. Aquí, de nuevo, usará arroz grano corto pues quiere que tarde más tiempo en cocinarse. Mientras más lenta sea la cocción, más se integrarán los sabores. En nuestra receta usamos la berenjena porque su sabor no es fuerte y adquiere buena textura al cocinarse lentamente. También usamos arvejas y hongos. Usted, si lo desea puede sustituir estos ingredientes y añadir alcachofas, calabacines o zapallos, trocitos de zanahorias, etc.

Algunos ingredientes como los pimientos, el azafrán, la paprika y el tomate sí son fijos en esta receta pues son la base de color de cualquier paella tradicional. Cuando cocinamos una paella vegetariana, buscamos variedad de sabores, texturas y colores. No olvidemos que estamos cocinando un plato divertido, en el que cada porción despierta la curiosidad del comensal por saber qué le ha tocado.

Lo ideal es que pueda cocinar la paella en una paellera, con hornillas que proporcionen fuego por igual a cada parte, o quemadores de dos aros. Si no lo tiene, busque una sartén grande o una olla de barro resistente al calor. Si su hornilla no es muy ancha, gire la sartén u olla a cada rato para que el fuego se reparta. Nunca revuelva el arroz antes de que esté listo pues no quedará desgranado. Otra solución es que una vez que el arroz haya absorbido bastante líquido, la puede colocar en el horno pero cuidando de que no se seque del todo.

Este suculento plato lo puede acompañar con otros vegetales que no entran en la cazuela, por ejemplo una buena ensalada de lechuga fresca o de berro con aceite de oliva y limón. Colóquele unos trocitos de pera fresca no muy madura o de manzana y tendrá un acompañante especial en su mesa.

Sirva la paella en cuanto esté lista. Y siéntase complacida de los elogios por haber logrado el consenso entre todos. Una vez más, nuestro arte culinario, nuestra pasión, une y convoca por encima de las diferencias y los gustos. Para terminar, un secreto: guarde un poquito de paella para mañana. Sabrá aún mejor.

Acompáñela con una copa de Merlot o si lo prefiere, con un vino blanco.